Los esposos Yelena Gómez y Leonardo Villavicencio, el viernes 3 mayo se quedaron sorprendidos con lo ocurrido en su nuevo local de comida típica y a la carta. Ese día abrieron y los comensales llegaron en grupos, al punto que por minutos no sabían qué hacer para evitar la impaciencia de los clientes.
Creyeron que tener un local en los barrios del sur de la ciudad de Esmeraldas no tendría tanto impacto, pero se equivocaron favorablemente. Ya han transcurrido dos meses desde que inauguraron ‘Boracay’, el lugar donde el ceviche de pez pinchagua es el más barato de la ciudad.
“Lo que buscamos es demostrar que sí se puede vender comida rica y barata”, destaca Yelena, quien precisa que pese a que la pinchagua es altamente espinosa, ella logra comprarla fileteada y sin púas. “La pedimos desde Manabí, pero sería bueno que acá en Esmeraldas también le den ese valor agregado”, coinciden con su esposo.
Millonaria inversión
Pero no son los únicos que han apostado comercialmente por el sur de la ciudad de Esmeraldas. Desde el redondel de Codesa hasta la ‘Y’ de Vuelta Larga, los asaderos, restaurantes, farmacias, pizzerías y tiendas han crecido exponencialmente.
Una de las razones según los dueños de ‘Boracay’, es que se están haciendo obras importantes como la ampliación a seis carriles, para lo cual Petroecuador en acuerdo con el Municipio de Esmeraldas, invierten y ejecutan la obra de 18,2 millones de dólares que incluyen pasos a desnivel e intercambiadores.
Allá en el sur también está el hospital público más grande y moderno de la provincia de Esmeraldas: el Delfina Torres, donde se invirtieron 87 millones de dólares. Entre los barrios el sur se hizo una entidad bancaria, hotel, cementerio, planes habitacionales y cuatro gasolineras.
Los que les falta
Una de las falencias es el mercado de abastos. Los habitantes quienes superan los 70 mil, dependen todavía de las tiendas de barrios, mayoristas o del improvisado mercadillo que cada fin de semana se asienta en la ‘Y’ de Vuelta Larga, sobre una plazoleta de tierra.
Además en alguno de sus barrios siguen careciendo de asfaltado, pese a que están dentro de la zona de influencia de la refinería, la industria petrolera más grande del Ecuador, ubicada en la zona sur de la ciudad de Esmeraldas, donde emprendimientos familiares como los de la pareja Villavicencio-Gómez, dinamizan la economía y generan fuentes de trabajo.