Sesenta y siete barrios conforman el valle de San Rafael, al sur de la urbe del cantón Esmeraldas. Allá, algunos de los sectores fueron atendidos por Petroecuador con el arreglo de calles, alcantarillado y señalética, pero en otros continúan pisando lodo y carentes de los servicios básicos.
Luis Nazareno Cedeño, dirigente comunitario y habitante del sector desde hace 27 años, precisa que en barrios como Su Amigo, Juliana Garcés, Santa Julia, Marianita de Jesús, 4 de Abril, San Jorge Alto, Unidos Somos Más, entre otros, la pobreza extrema se evidencia con mayor fuerza.
“La gente allá necesita mucha ayuda, hay gente tan pobre que en ocasiones come una sola vez al día, eso no está bien. Le pido a las autoridades que hagan un censo para las identifiquen y los ayuden por favor”, lo dijo con voz entrecortada.
Evitar descomposición
Está convencido que si el Gobierno hace el levantamiento de información de forma correcta, podrá detectar incluso a personas con discapacidad severa que no reciben el bono solidario el ‘Joaquín Gallegos Lara’ que es de más monto económico.
Nazareno Cedeño afirma que en sus recorridos ha detectado a menores de edad que no van a las escuelas, adultos analfabetos e incluso niños y niñas no reportados en el Registro Civil, por lo que no acceden a los beneficios social que da el Estado.
“Atendámoslos ahora, de no hacerlo, con el tiempo tendremos a ese joven en la esquina robando por necesidad o vicio, eso es lo que podemos evitar atendiendo a la niñez y familia”, advirtió y pidió a Petroecuador retomar las brigadas médicas y el Municipio, que los incluyan en su plan de mejoras del cantón.