Sobre el tatami el luchador esmeraldeño, Andrés Montaño, medallista de oro en los Panamericanos de Lima, Perú, no es tan sutil.
Él sabe que no amerita serlo, porque un descuido lo llevaría a la derrota. Pese a ello, al final de cada combate, por regla general, los deportistas se estrechan la mano y esperan tomados de la mano de un árbitro los resultados oficiales.
La última vez que le tocó esperar a Montaño fue el pasado 7 de agosto en la final de lucha grecorromana de los Juegos Panamericanos, Lima, Perú. Ese día le ganó a Ditcher Toro, en la categoría 60 kg.
Tras su victoria, hizo varias publicaciones en su red social de Facebook, pero una de las reacciones de ternura que provocó impacto entre sus seguidores, fue la que colgó con sus tres hijos, mientras él lucía el uniforme de la selección del Ecuador.
Amor y dinero
A la publicación solo le agregó una frase: “Cómo los amo hijos míos”.
“Cuando los hijos siguen nuestros pasos como deportistas, es la mejor medalla que podemos obtener. Pero si no les gusta el deporte, es gratificante verlos exitosos”.
“Lo mejor de lo mejor son nuestros hijos”; “mil gracias por la alegría que sus éxitos representan para todos esmeraldeños y ecuatorianos”, les respondieron algunos seguidores, y todos no se cansaban de darles bendiciones y felicitaciones.
El luchador esmeraldeño, Andrés Montaño, tras conseguir la medalla de oro, recibió desde la Presidencia 5.000 dólares, la misma cantidad para los otros siete que hicieron la misma hazaña, entre ellos su coterráneo el velocista Álex Quiñónez.