Se arriesgó y consiguió trabajo

Con la alegría reflejaba en su rostro, Luis Fernández Grueso, de 30 años, de oficio albañil, dijo que luego de ocho meses de desempleado conseguido trabajo. Es padre de un niño de dos años, por cuya responsabilidad tuvo que suspender sus estudios.

Una mañana, Luis decidió caminar por el sector de Sihabitad al sur de la ciudad de Esmeraldas, cuando de pronto ve que estaban construyendo una vivienda de dos plantas, no dudó en acercarse a solicitar lo que buscaba: trabajo. A pesar que estaba temeroso a un ‘no’, fue contratado, narró de forma emotiva, el morador del barrio ‘50 Casas’.

Ahora gana 25 dólares por día como ayudante de albañilería, con esa cantidad compra lo más necesario, tratando de ahorrar y guardar algo, porque solo tendrá trabajo dos semanas más.

“Solo le pido a Dios que me de salud y fuerza para trabajar, porque para mi hija y mi esposa, siempre tiene que haber comida”, sostiene Fernández Grueso, quien revela que le ha tocado prestar un dólar a sus amigos, para el desayuno familiar y luego ir a buscar trabajo.

Recordó que el empleo más largo que ha tenido es de un año, pero los demás han sido por días y semanas. “Lo importante es que haya, porque en algo ayuda”, lo dice con optimismos.