Aire contaminado

Franklin Barriga López

Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global da a conocer que la polución del aire ocasiona severos trastornos a la salud de las personas, habiéndose llegado a determinar que especialmente los niños son los más afectados en las ciudades que sufren este preocupante fenómeno del tiempo contemporáneo.

Un experto de este acreditado centro de investigación ha sido enfático en afirmar que mejorar la calidad del aire es necesario, mediante el cambio del modelo de las urbes que deben buscar alternativas para que las personas puedan desplazarse sin utilizar vehículos que contaminan, ya que aproximadamente el 40% de las partículas contaminantes proceden del tráfico.

El mismo investigador ha puesto de ejemplo los casos de Madrid y Barcelona que presentan cuatro veces niveles más altos de contaminación que Londres, con los efectos consiguientes, entre ellos enfermedades respiratorias, cardiovasculares y hasta el desarrollo cognitivo que se ve disminuido. El llamamiento es a los políticos para que tengan el coraje de tomar medidas al respecto.

En nuestro medio el asunto es incluso de mayor gravedad. En Quito, a simple vista y en determinados barrios, las construcciones, entre ellas las destinadas a vivienda, diariamente incrementan el color negro de sus fachadas por el smog que despiden los tubos de escape de los buses de servicio público que, además, contaminan con sus ruidos estridentes y pésima atención a los usuarios.

Si el aire se presenta de esta manera en lo físico, en lo moral y ético el asunto se complica aún más, ya que los casos de corrupción van desbordando cualquier cálculo. Las denuncias proliferan y supuestamente comprometen a quienes fueron altos funcionarios, lo que en nada beneficia a nuestro país, sobre todo a nivel internacional.

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