Ofuscados por el accionar de la delincuencia, el consumo de drogas en el sector y la falta de espacios para la actividad física, los comuneros del barrio ‘Unión y Progreso’, ubicado en el circuito de La Guacharaca, zona alta de la ciudad de Esmeraldas, decidieron poner un alto y aplacar el foco de estas irregularidades con su accionar.
El primer paso incluyó el derrocamiento de una escuela abandonada, cuyas paredes y techo rayados y cuarteados, permitían que los desadaptados ingresaran y dieran renda suelta al consumo de drogas, lo cual se derivaba luego en el robo y a la intimidación de los moradores.
Cansados de ello, explica Esmeraldas Lara, presidenta del barrio ‘Unión y Progreso’, decidieron colaborar con la Policía Comunitaria del sector, tomar los problemas por cuenta propia y comenzar a gestionar proyectos que beneficien al sector.
Mingas comunitarias
Las mingas comunitarias fueron lo segundo en la lista, cortando el monte, recogiendo parte de los escombros, barriendo y sobretodo dando el ejemplo a los más pequeños.
En aquella minga, intervino el Municipio de Esmeraldas, retirando cuatro volquetas de escombros y maleza, ayudado por una motovolquete de obra, cuatro motoguadañas, y otros implementos que durante la jornada fueron esenciales para el retiro de la basura.
Mauricio Ramírez, Policía Comunitario del subcircuito La Guacharaca, añadió que tras elevar todos estos principales arreglos, la continuidad del accionar los guio a elevar un mensaje positivo a los jóvenes y niños de la zona.
Dentro de las ideas, se ideó plasmar en una de las paredes que no fueron derribadas, un mural alusivo a las actividades físicas, en ella dice: ‘Para hacer deporte no necesitas consumir drogas. No te drogues. Policía Nacional’, termina el enunciado que busca orientar a los más pequeños en un futuro mejor.
Sembrar árboles
Mas, la idea no termina ahí, recuperar el sector también abarca los alrededores de este espacio, que si bien es el área propicia para la construcción de un parque, la casa comunal es otra de las tareas que esperan se convierta en realidad en los próximos meses.
Asimismo, están analizando la posibilidad de trabajar de la mano con la Prefectura, a fin de que les puedan ser donadas plantas, y estas cultivadas en las extensiones de los predios, para arborizar el barrio.
Al menos se necesitarían unas 50, pero el éxito del trabajo es que la comunidad se una y encuentre un fin de semana indicado para sembrarlas, solo así, el resultado podrá ser extendido en el tiempo, pues los moradores conocerán el trabajo duro que costó hacerlo.
PARA SABER
Jorge Campaín era el nombre que llevaba la escuela abandonada que fue derrocada para evitar el brote delincuencial y consumo de drogas.
Ofuscados por el accionar de la delincuencia, el consumo de drogas en el sector y la falta de espacios para la actividad física, los comuneros del barrio ‘Unión y Progreso’, ubicado en el circuito de La Guacharaca, zona alta de la ciudad de Esmeraldas, decidieron poner un alto y aplacar el foco de estas irregularidades con su accionar.
El primer paso incluyó el derrocamiento de una escuela abandonada, cuyas paredes y techo rayados y cuarteados, permitían que los desadaptados ingresaran y dieran renda suelta al consumo de drogas, lo cual se derivaba luego en el robo y a la intimidación de los moradores.
Cansados de ello, explica Esmeraldas Lara, presidenta del barrio ‘Unión y Progreso’, decidieron colaborar con la Policía Comunitaria del sector, tomar los problemas por cuenta propia y comenzar a gestionar proyectos que beneficien al sector.
Mingas comunitarias
Las mingas comunitarias fueron lo segundo en la lista, cortando el monte, recogiendo parte de los escombros, barriendo y sobretodo dando el ejemplo a los más pequeños.
En aquella minga, intervino el Municipio de Esmeraldas, retirando cuatro volquetas de escombros y maleza, ayudado por una motovolquete de obra, cuatro motoguadañas, y otros implementos que durante la jornada fueron esenciales para el retiro de la basura.
Mauricio Ramírez, Policía Comunitario del subcircuito La Guacharaca, añadió que tras elevar todos estos principales arreglos, la continuidad del accionar los guio a elevar un mensaje positivo a los jóvenes y niños de la zona.
Dentro de las ideas, se ideó plasmar en una de las paredes que no fueron derribadas, un mural alusivo a las actividades físicas, en ella dice: ‘Para hacer deporte no necesitas consumir drogas. No te drogues. Policía Nacional’, termina el enunciado que busca orientar a los más pequeños en un futuro mejor.
Sembrar árboles
Mas, la idea no termina ahí, recuperar el sector también abarca los alrededores de este espacio, que si bien es el área propicia para la construcción de un parque, la casa comunal es otra de las tareas que esperan se convierta en realidad en los próximos meses.
Asimismo, están analizando la posibilidad de trabajar de la mano con la Prefectura, a fin de que les puedan ser donadas plantas, y estas cultivadas en las extensiones de los predios, para arborizar el barrio.
Al menos se necesitarían unas 50, pero el éxito del trabajo es que la comunidad se una y encuentre un fin de semana indicado para sembrarlas, solo así, el resultado podrá ser extendido en el tiempo, pues los moradores conocerán el trabajo duro que costó hacerlo.
PARA SABER
Jorge Campaín era el nombre que llevaba la escuela abandonada que fue derrocada para evitar el brote delincuencial y consumo de drogas.
Ofuscados por el accionar de la delincuencia, el consumo de drogas en el sector y la falta de espacios para la actividad física, los comuneros del barrio ‘Unión y Progreso’, ubicado en el circuito de La Guacharaca, zona alta de la ciudad de Esmeraldas, decidieron poner un alto y aplacar el foco de estas irregularidades con su accionar.
El primer paso incluyó el derrocamiento de una escuela abandonada, cuyas paredes y techo rayados y cuarteados, permitían que los desadaptados ingresaran y dieran renda suelta al consumo de drogas, lo cual se derivaba luego en el robo y a la intimidación de los moradores.
Cansados de ello, explica Esmeraldas Lara, presidenta del barrio ‘Unión y Progreso’, decidieron colaborar con la Policía Comunitaria del sector, tomar los problemas por cuenta propia y comenzar a gestionar proyectos que beneficien al sector.
Mingas comunitarias
Las mingas comunitarias fueron lo segundo en la lista, cortando el monte, recogiendo parte de los escombros, barriendo y sobretodo dando el ejemplo a los más pequeños.
En aquella minga, intervino el Municipio de Esmeraldas, retirando cuatro volquetas de escombros y maleza, ayudado por una motovolquete de obra, cuatro motoguadañas, y otros implementos que durante la jornada fueron esenciales para el retiro de la basura.
Mauricio Ramírez, Policía Comunitario del subcircuito La Guacharaca, añadió que tras elevar todos estos principales arreglos, la continuidad del accionar los guio a elevar un mensaje positivo a los jóvenes y niños de la zona.
Dentro de las ideas, se ideó plasmar en una de las paredes que no fueron derribadas, un mural alusivo a las actividades físicas, en ella dice: ‘Para hacer deporte no necesitas consumir drogas. No te drogues. Policía Nacional’, termina el enunciado que busca orientar a los más pequeños en un futuro mejor.
Sembrar árboles
Mas, la idea no termina ahí, recuperar el sector también abarca los alrededores de este espacio, que si bien es el área propicia para la construcción de un parque, la casa comunal es otra de las tareas que esperan se convierta en realidad en los próximos meses.
Asimismo, están analizando la posibilidad de trabajar de la mano con la Prefectura, a fin de que les puedan ser donadas plantas, y estas cultivadas en las extensiones de los predios, para arborizar el barrio.
Al menos se necesitarían unas 50, pero el éxito del trabajo es que la comunidad se una y encuentre un fin de semana indicado para sembrarlas, solo así, el resultado podrá ser extendido en el tiempo, pues los moradores conocerán el trabajo duro que costó hacerlo.
PARA SABER
Jorge Campaín era el nombre que llevaba la escuela abandonada que fue derrocada para evitar el brote delincuencial y consumo de drogas.
Ofuscados por el accionar de la delincuencia, el consumo de drogas en el sector y la falta de espacios para la actividad física, los comuneros del barrio ‘Unión y Progreso’, ubicado en el circuito de La Guacharaca, zona alta de la ciudad de Esmeraldas, decidieron poner un alto y aplacar el foco de estas irregularidades con su accionar.
El primer paso incluyó el derrocamiento de una escuela abandonada, cuyas paredes y techo rayados y cuarteados, permitían que los desadaptados ingresaran y dieran renda suelta al consumo de drogas, lo cual se derivaba luego en el robo y a la intimidación de los moradores.
Cansados de ello, explica Esmeraldas Lara, presidenta del barrio ‘Unión y Progreso’, decidieron colaborar con la Policía Comunitaria del sector, tomar los problemas por cuenta propia y comenzar a gestionar proyectos que beneficien al sector.
Mingas comunitarias
Las mingas comunitarias fueron lo segundo en la lista, cortando el monte, recogiendo parte de los escombros, barriendo y sobretodo dando el ejemplo a los más pequeños.
En aquella minga, intervino el Municipio de Esmeraldas, retirando cuatro volquetas de escombros y maleza, ayudado por una motovolquete de obra, cuatro motoguadañas, y otros implementos que durante la jornada fueron esenciales para el retiro de la basura.
Mauricio Ramírez, Policía Comunitario del subcircuito La Guacharaca, añadió que tras elevar todos estos principales arreglos, la continuidad del accionar los guio a elevar un mensaje positivo a los jóvenes y niños de la zona.
Dentro de las ideas, se ideó plasmar en una de las paredes que no fueron derribadas, un mural alusivo a las actividades físicas, en ella dice: ‘Para hacer deporte no necesitas consumir drogas. No te drogues. Policía Nacional’, termina el enunciado que busca orientar a los más pequeños en un futuro mejor.
Sembrar árboles
Mas, la idea no termina ahí, recuperar el sector también abarca los alrededores de este espacio, que si bien es el área propicia para la construcción de un parque, la casa comunal es otra de las tareas que esperan se convierta en realidad en los próximos meses.
Asimismo, están analizando la posibilidad de trabajar de la mano con la Prefectura, a fin de que les puedan ser donadas plantas, y estas cultivadas en las extensiones de los predios, para arborizar el barrio.
Al menos se necesitarían unas 50, pero el éxito del trabajo es que la comunidad se una y encuentre un fin de semana indicado para sembrarlas, solo así, el resultado podrá ser extendido en el tiempo, pues los moradores conocerán el trabajo duro que costó hacerlo.
PARA SABER
Jorge Campaín era el nombre que llevaba la escuela abandonada que fue derrocada para evitar el brote delincuencial y consumo de drogas.