Historia es reseñar la verdad

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

172 años de provincialización republicana se cumplieron ayer y el hecho se ha conmemorado con diversos actos. La erección a provincia de San Mateo de Las Esmeraldas, dispuesta mediante la Carta expedida por Felipe Segundo de España en 1563, al crear la Real Audiencia de Quito cumplió 456 años este 2019. Tal acontecimiento no lo debemos olvidar.

Historia es la narración de los hechos pasados. Es la obra histórica en que se refieren los hechos o acontecimientos de un pueblo o un personaje. La historia no es el relato o invento de lo que nos agrada o que se inventa para inmiscuir a nuestros antepasados o a nosotros en una reseña del pasado. Cuando Bartolomé Ruiz, luego de descubrir el mar Pacífico, avanzó hasta el Sur y conoció las costas de Esmeraldas, este sector de la nación Chibcha pertenecía al Estado de los Zipas que gobernaban desde Honduras hasta el río Apure en Venezuela y hasta el Cabo Pasado por el mar.

Contaba con la cultura Tolita donde se adoraba al Sol y la Luna, se trabajaba exquisitamente el oro y era el único lugar del mundo donde se fundía el platino, metal que requiere 1.500 grados de calor para ello. Este territorio no perteneció al Reino de Quito ni al Tahuantinsuyo del inca Huayna Cápac. Los Colorados, asentados en Santo Domingo de los Tsáchilas, formaban parte de esta nación y son los únicos que aún conservan la lengua de los chibchas.

Al triunfar el mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, por mandato del libertador Simón Bolívar, la provincia de San Mateo de las Esmeraldas, pasó a formar parte de la Gran Colombia, que componían también Venezuela y la Nueva Granada (Colombia), hasta 1830 cuando Ecuador se separa de ese Estado; al hacerlo, Colombia se apropia de extensos territorios de San Mateo de Las Esmeraldas, entre los cuales se hallaban Buenaventura, Cali, Popayán, Pasto, Túquerres. Tumaco, Ipiales y otros.

A la vez, el gobierno que desde 1830 dirigía a la república del Ecuador, nombre adoptado por la Asamblea Constituyente que funcionó en Riobamba en ese lapso y en época posterior, rebajó a Esmeraldas a cantón de Pichincha, primero y de Imbabura después. En 1847, siendo presidente el guayaquileño Vicente Ramón Roca, se devuelve la calidad de provincia a la tierra verde del Ecuador.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

172 años de provincialización republicana se cumplieron ayer y el hecho se ha conmemorado con diversos actos. La erección a provincia de San Mateo de Las Esmeraldas, dispuesta mediante la Carta expedida por Felipe Segundo de España en 1563, al crear la Real Audiencia de Quito cumplió 456 años este 2019. Tal acontecimiento no lo debemos olvidar.

Historia es la narración de los hechos pasados. Es la obra histórica en que se refieren los hechos o acontecimientos de un pueblo o un personaje. La historia no es el relato o invento de lo que nos agrada o que se inventa para inmiscuir a nuestros antepasados o a nosotros en una reseña del pasado. Cuando Bartolomé Ruiz, luego de descubrir el mar Pacífico, avanzó hasta el Sur y conoció las costas de Esmeraldas, este sector de la nación Chibcha pertenecía al Estado de los Zipas que gobernaban desde Honduras hasta el río Apure en Venezuela y hasta el Cabo Pasado por el mar.

Contaba con la cultura Tolita donde se adoraba al Sol y la Luna, se trabajaba exquisitamente el oro y era el único lugar del mundo donde se fundía el platino, metal que requiere 1.500 grados de calor para ello. Este territorio no perteneció al Reino de Quito ni al Tahuantinsuyo del inca Huayna Cápac. Los Colorados, asentados en Santo Domingo de los Tsáchilas, formaban parte de esta nación y son los únicos que aún conservan la lengua de los chibchas.

Al triunfar el mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, por mandato del libertador Simón Bolívar, la provincia de San Mateo de las Esmeraldas, pasó a formar parte de la Gran Colombia, que componían también Venezuela y la Nueva Granada (Colombia), hasta 1830 cuando Ecuador se separa de ese Estado; al hacerlo, Colombia se apropia de extensos territorios de San Mateo de Las Esmeraldas, entre los cuales se hallaban Buenaventura, Cali, Popayán, Pasto, Túquerres. Tumaco, Ipiales y otros.

A la vez, el gobierno que desde 1830 dirigía a la república del Ecuador, nombre adoptado por la Asamblea Constituyente que funcionó en Riobamba en ese lapso y en época posterior, rebajó a Esmeraldas a cantón de Pichincha, primero y de Imbabura después. En 1847, siendo presidente el guayaquileño Vicente Ramón Roca, se devuelve la calidad de provincia a la tierra verde del Ecuador.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

172 años de provincialización republicana se cumplieron ayer y el hecho se ha conmemorado con diversos actos. La erección a provincia de San Mateo de Las Esmeraldas, dispuesta mediante la Carta expedida por Felipe Segundo de España en 1563, al crear la Real Audiencia de Quito cumplió 456 años este 2019. Tal acontecimiento no lo debemos olvidar.

Historia es la narración de los hechos pasados. Es la obra histórica en que se refieren los hechos o acontecimientos de un pueblo o un personaje. La historia no es el relato o invento de lo que nos agrada o que se inventa para inmiscuir a nuestros antepasados o a nosotros en una reseña del pasado. Cuando Bartolomé Ruiz, luego de descubrir el mar Pacífico, avanzó hasta el Sur y conoció las costas de Esmeraldas, este sector de la nación Chibcha pertenecía al Estado de los Zipas que gobernaban desde Honduras hasta el río Apure en Venezuela y hasta el Cabo Pasado por el mar.

Contaba con la cultura Tolita donde se adoraba al Sol y la Luna, se trabajaba exquisitamente el oro y era el único lugar del mundo donde se fundía el platino, metal que requiere 1.500 grados de calor para ello. Este territorio no perteneció al Reino de Quito ni al Tahuantinsuyo del inca Huayna Cápac. Los Colorados, asentados en Santo Domingo de los Tsáchilas, formaban parte de esta nación y son los únicos que aún conservan la lengua de los chibchas.

Al triunfar el mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, por mandato del libertador Simón Bolívar, la provincia de San Mateo de las Esmeraldas, pasó a formar parte de la Gran Colombia, que componían también Venezuela y la Nueva Granada (Colombia), hasta 1830 cuando Ecuador se separa de ese Estado; al hacerlo, Colombia se apropia de extensos territorios de San Mateo de Las Esmeraldas, entre los cuales se hallaban Buenaventura, Cali, Popayán, Pasto, Túquerres. Tumaco, Ipiales y otros.

A la vez, el gobierno que desde 1830 dirigía a la república del Ecuador, nombre adoptado por la Asamblea Constituyente que funcionó en Riobamba en ese lapso y en época posterior, rebajó a Esmeraldas a cantón de Pichincha, primero y de Imbabura después. En 1847, siendo presidente el guayaquileño Vicente Ramón Roca, se devuelve la calidad de provincia a la tierra verde del Ecuador.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

172 años de provincialización republicana se cumplieron ayer y el hecho se ha conmemorado con diversos actos. La erección a provincia de San Mateo de Las Esmeraldas, dispuesta mediante la Carta expedida por Felipe Segundo de España en 1563, al crear la Real Audiencia de Quito cumplió 456 años este 2019. Tal acontecimiento no lo debemos olvidar.

Historia es la narración de los hechos pasados. Es la obra histórica en que se refieren los hechos o acontecimientos de un pueblo o un personaje. La historia no es el relato o invento de lo que nos agrada o que se inventa para inmiscuir a nuestros antepasados o a nosotros en una reseña del pasado. Cuando Bartolomé Ruiz, luego de descubrir el mar Pacífico, avanzó hasta el Sur y conoció las costas de Esmeraldas, este sector de la nación Chibcha pertenecía al Estado de los Zipas que gobernaban desde Honduras hasta el río Apure en Venezuela y hasta el Cabo Pasado por el mar.

Contaba con la cultura Tolita donde se adoraba al Sol y la Luna, se trabajaba exquisitamente el oro y era el único lugar del mundo donde se fundía el platino, metal que requiere 1.500 grados de calor para ello. Este territorio no perteneció al Reino de Quito ni al Tahuantinsuyo del inca Huayna Cápac. Los Colorados, asentados en Santo Domingo de los Tsáchilas, formaban parte de esta nación y son los únicos que aún conservan la lengua de los chibchas.

Al triunfar el mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, por mandato del libertador Simón Bolívar, la provincia de San Mateo de las Esmeraldas, pasó a formar parte de la Gran Colombia, que componían también Venezuela y la Nueva Granada (Colombia), hasta 1830 cuando Ecuador se separa de ese Estado; al hacerlo, Colombia se apropia de extensos territorios de San Mateo de Las Esmeraldas, entre los cuales se hallaban Buenaventura, Cali, Popayán, Pasto, Túquerres. Tumaco, Ipiales y otros.

A la vez, el gobierno que desde 1830 dirigía a la república del Ecuador, nombre adoptado por la Asamblea Constituyente que funcionó en Riobamba en ese lapso y en época posterior, rebajó a Esmeraldas a cantón de Pichincha, primero y de Imbabura después. En 1847, siendo presidente el guayaquileño Vicente Ramón Roca, se devuelve la calidad de provincia a la tierra verde del Ecuador.