Familia de 10 integrantes se quedó sin casa y pide ayuda

AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.
AYUDA. Después del incendio Imelda con Segura, sus hijos y nietos viven en este espacio reducido construido por sus vecinos.

En un cuarto de 4×4 metros, es donde Imelda Teodora Segura Cortez, de 41 años, se ha refugiado con sus siete hijos y tres nietos, después que perdiera su vivienda de construcción mixta a causa de un incendio, la mañana del viernes 22 de noviembre pasado.

En el siniestro ocurrido en las calles Tácito Ortiz Urriola, entre Jaime Roldós y Guayaquil, sector El Arenal, callejón Colombia, conocido como El 30 de la ciudad de Esmeraldas, todas sus pertenencias fueron reducidas a cenizas, incluido el carné de discapacidad intelectual de una de sus hijas.

Ante esta desgracia, los moradores del sector le construyeron de manera inmediata y provisional un pequeño espacio en el terreno de uno de sus vecinos, donde se alberga con su familia y en la parte externa le crearon un baño, que solo está cubierto por un plástico negro.

Sin uniformes escolares

Imelda Segura recuerda que aquel día, había salido a trabajar temprano en las labores domésticas en las que se desempeña, hasta donde le informaron que su casa de dos plantas estaba envuelta en llamas, que a pesar de que llegó personal del Cuerpo de Bombero no pudieron salvar nada.

Ahora se encuentra con la necesidad de conseguir los uniformes, zapatos y útiles escolares de sus hijos, de dos que estudian en la Unidad Educativa Luis Prado Viteri, una en el 5 de Agosto y otra en el José Benito Cottolengo, de este último, la comunidad educativa hizo una colecta y le entregaron ayuda humanitaria.

Además, los laicos de la parroquia Santa Marianita realizaron un bingo benéfico en el barrio de la afectada para obtener recursos económicos y poderle ayudar en algo, considerando que todos los documentos personales de la familia también se quemaron.

Otra afectada

Segura Cortez comentó que tres de sus hijos ya son mayores de edad, pero que su desesperación se ahonda porque sus otros cuatro hijos y tres nietos no han podido asistir regularmente a clases, por no tener ropa adecuada y no tienen en qué escribir.

La afectada tiene entendido que el incendio se produjo por un corto circuito que inició desde la parte alta de su inmueble, que también afectó la casa contigua de una de sus vecinas, quie3n igualmente perdió los uniformes y útiles de sus dos hijos de 8 y 6 años.

Por esta razón Imelda pide la ayuda de los esmeraldeños para que le den una mano y le ayuden a salir de esta situación tan difícil, porque le hace falta enseres, ropa, alimentos y una casa donde vivir.

En un cuarto de 4×4 metros, es donde Imelda Teodora Segura Cortez, de 41 años, se ha refugiado con sus siete hijos y tres nietos, después que perdiera su vivienda de construcción mixta a causa de un incendio, la mañana del viernes 22 de noviembre pasado.

En el siniestro ocurrido en las calles Tácito Ortiz Urriola, entre Jaime Roldós y Guayaquil, sector El Arenal, callejón Colombia, conocido como El 30 de la ciudad de Esmeraldas, todas sus pertenencias fueron reducidas a cenizas, incluido el carné de discapacidad intelectual de una de sus hijas.

Ante esta desgracia, los moradores del sector le construyeron de manera inmediata y provisional un pequeño espacio en el terreno de uno de sus vecinos, donde se alberga con su familia y en la parte externa le crearon un baño, que solo está cubierto por un plástico negro.

Sin uniformes escolares

Imelda Segura recuerda que aquel día, había salido a trabajar temprano en las labores domésticas en las que se desempeña, hasta donde le informaron que su casa de dos plantas estaba envuelta en llamas, que a pesar de que llegó personal del Cuerpo de Bombero no pudieron salvar nada.

Ahora se encuentra con la necesidad de conseguir los uniformes, zapatos y útiles escolares de sus hijos, de dos que estudian en la Unidad Educativa Luis Prado Viteri, una en el 5 de Agosto y otra en el José Benito Cottolengo, de este último, la comunidad educativa hizo una colecta y le entregaron ayuda humanitaria.

Además, los laicos de la parroquia Santa Marianita realizaron un bingo benéfico en el barrio de la afectada para obtener recursos económicos y poderle ayudar en algo, considerando que todos los documentos personales de la familia también se quemaron.

Otra afectada

Segura Cortez comentó que tres de sus hijos ya son mayores de edad, pero que su desesperación se ahonda porque sus otros cuatro hijos y tres nietos no han podido asistir regularmente a clases, por no tener ropa adecuada y no tienen en qué escribir.

La afectada tiene entendido que el incendio se produjo por un corto circuito que inició desde la parte alta de su inmueble, que también afectó la casa contigua de una de sus vecinas, quie3n igualmente perdió los uniformes y útiles de sus dos hijos de 8 y 6 años.

Por esta razón Imelda pide la ayuda de los esmeraldeños para que le den una mano y le ayuden a salir de esta situación tan difícil, porque le hace falta enseres, ropa, alimentos y una casa donde vivir.

En un cuarto de 4×4 metros, es donde Imelda Teodora Segura Cortez, de 41 años, se ha refugiado con sus siete hijos y tres nietos, después que perdiera su vivienda de construcción mixta a causa de un incendio, la mañana del viernes 22 de noviembre pasado.

En el siniestro ocurrido en las calles Tácito Ortiz Urriola, entre Jaime Roldós y Guayaquil, sector El Arenal, callejón Colombia, conocido como El 30 de la ciudad de Esmeraldas, todas sus pertenencias fueron reducidas a cenizas, incluido el carné de discapacidad intelectual de una de sus hijas.

Ante esta desgracia, los moradores del sector le construyeron de manera inmediata y provisional un pequeño espacio en el terreno de uno de sus vecinos, donde se alberga con su familia y en la parte externa le crearon un baño, que solo está cubierto por un plástico negro.

Sin uniformes escolares

Imelda Segura recuerda que aquel día, había salido a trabajar temprano en las labores domésticas en las que se desempeña, hasta donde le informaron que su casa de dos plantas estaba envuelta en llamas, que a pesar de que llegó personal del Cuerpo de Bombero no pudieron salvar nada.

Ahora se encuentra con la necesidad de conseguir los uniformes, zapatos y útiles escolares de sus hijos, de dos que estudian en la Unidad Educativa Luis Prado Viteri, una en el 5 de Agosto y otra en el José Benito Cottolengo, de este último, la comunidad educativa hizo una colecta y le entregaron ayuda humanitaria.

Además, los laicos de la parroquia Santa Marianita realizaron un bingo benéfico en el barrio de la afectada para obtener recursos económicos y poderle ayudar en algo, considerando que todos los documentos personales de la familia también se quemaron.

Otra afectada

Segura Cortez comentó que tres de sus hijos ya son mayores de edad, pero que su desesperación se ahonda porque sus otros cuatro hijos y tres nietos no han podido asistir regularmente a clases, por no tener ropa adecuada y no tienen en qué escribir.

La afectada tiene entendido que el incendio se produjo por un corto circuito que inició desde la parte alta de su inmueble, que también afectó la casa contigua de una de sus vecinas, quie3n igualmente perdió los uniformes y útiles de sus dos hijos de 8 y 6 años.

Por esta razón Imelda pide la ayuda de los esmeraldeños para que le den una mano y le ayuden a salir de esta situación tan difícil, porque le hace falta enseres, ropa, alimentos y una casa donde vivir.

En un cuarto de 4×4 metros, es donde Imelda Teodora Segura Cortez, de 41 años, se ha refugiado con sus siete hijos y tres nietos, después que perdiera su vivienda de construcción mixta a causa de un incendio, la mañana del viernes 22 de noviembre pasado.

En el siniestro ocurrido en las calles Tácito Ortiz Urriola, entre Jaime Roldós y Guayaquil, sector El Arenal, callejón Colombia, conocido como El 30 de la ciudad de Esmeraldas, todas sus pertenencias fueron reducidas a cenizas, incluido el carné de discapacidad intelectual de una de sus hijas.

Ante esta desgracia, los moradores del sector le construyeron de manera inmediata y provisional un pequeño espacio en el terreno de uno de sus vecinos, donde se alberga con su familia y en la parte externa le crearon un baño, que solo está cubierto por un plástico negro.

Sin uniformes escolares

Imelda Segura recuerda que aquel día, había salido a trabajar temprano en las labores domésticas en las que se desempeña, hasta donde le informaron que su casa de dos plantas estaba envuelta en llamas, que a pesar de que llegó personal del Cuerpo de Bombero no pudieron salvar nada.

Ahora se encuentra con la necesidad de conseguir los uniformes, zapatos y útiles escolares de sus hijos, de dos que estudian en la Unidad Educativa Luis Prado Viteri, una en el 5 de Agosto y otra en el José Benito Cottolengo, de este último, la comunidad educativa hizo una colecta y le entregaron ayuda humanitaria.

Además, los laicos de la parroquia Santa Marianita realizaron un bingo benéfico en el barrio de la afectada para obtener recursos económicos y poderle ayudar en algo, considerando que todos los documentos personales de la familia también se quemaron.

Otra afectada

Segura Cortez comentó que tres de sus hijos ya son mayores de edad, pero que su desesperación se ahonda porque sus otros cuatro hijos y tres nietos no han podido asistir regularmente a clases, por no tener ropa adecuada y no tienen en qué escribir.

La afectada tiene entendido que el incendio se produjo por un corto circuito que inició desde la parte alta de su inmueble, que también afectó la casa contigua de una de sus vecinas, quie3n igualmente perdió los uniformes y útiles de sus dos hijos de 8 y 6 años.

Por esta razón Imelda pide la ayuda de los esmeraldeños para que le den una mano y le ayuden a salir de esta situación tan difícil, porque le hace falta enseres, ropa, alimentos y una casa donde vivir.