Rotura de tubería y tierra arrojada generan daños

Hace aproximadamente un año, la profesora Mariana Valverde le advirtió a los de la empresa Coandes, encargada de colocar tuberías del proyecto regional de agua, que lanzar volquetadas de tierra en la parte posterior de su casa, Aire Libre alto, ocasionaría problemas.

Su temor no estaba infundado, debido a que ayer la rotura de una tubería de 200 milímetros de diámetros hizo que un gran chorro arrastre tierra y desemboque con fuerza en la casa de su vecina.

En esa vivienda la tierra hizo destrozos: destruyó una pared, la puerta, un muro y enseres. Además, de generar miedo en la adulta mayor que vive en la casa. El hijo de la mujer afirmó que los de la empresa iban a arreglar los daños.

Plantean solución

Pero Marina Valverde pide que las más de 30 volquetadas de tierra lanzadas sean sacadas o que se construya un muro que impida la destrucción de su casa durante la etapa invernal o con una nueva rotura.

Lo ocurrido la tarde ayer generó la reacción de los moradores. Todos estaban sorprendidos por el daño, pero también con pequeñas diferencias, por cuando los que viven en la parte alta del sector de Aire Libre, cerca de un tanque reservorio de la ciudad de Esmeraldas, le dieron ‘luz verde’ a los de Coandes para que lancen la tierra y así tener sus garajes.

En cambio, las potenciales familias que pueden ser afectadas, califican de irresponsable la decisión técnica de la empresa, porque olvidó el riesgo de deslizamiento y reprochan que algunos vecinos se muestren indiferentes con el dolor ajeno de quienes podrían ser afectados en sus casas o vidas.

Hace aproximadamente un año, la profesora Mariana Valverde le advirtió a los de la empresa Coandes, encargada de colocar tuberías del proyecto regional de agua, que lanzar volquetadas de tierra en la parte posterior de su casa, Aire Libre alto, ocasionaría problemas.

Su temor no estaba infundado, debido a que ayer la rotura de una tubería de 200 milímetros de diámetros hizo que un gran chorro arrastre tierra y desemboque con fuerza en la casa de su vecina.

En esa vivienda la tierra hizo destrozos: destruyó una pared, la puerta, un muro y enseres. Además, de generar miedo en la adulta mayor que vive en la casa. El hijo de la mujer afirmó que los de la empresa iban a arreglar los daños.

Plantean solución

Pero Marina Valverde pide que las más de 30 volquetadas de tierra lanzadas sean sacadas o que se construya un muro que impida la destrucción de su casa durante la etapa invernal o con una nueva rotura.

Lo ocurrido la tarde ayer generó la reacción de los moradores. Todos estaban sorprendidos por el daño, pero también con pequeñas diferencias, por cuando los que viven en la parte alta del sector de Aire Libre, cerca de un tanque reservorio de la ciudad de Esmeraldas, le dieron ‘luz verde’ a los de Coandes para que lancen la tierra y así tener sus garajes.

En cambio, las potenciales familias que pueden ser afectadas, califican de irresponsable la decisión técnica de la empresa, porque olvidó el riesgo de deslizamiento y reprochan que algunos vecinos se muestren indiferentes con el dolor ajeno de quienes podrían ser afectados en sus casas o vidas.

Hace aproximadamente un año, la profesora Mariana Valverde le advirtió a los de la empresa Coandes, encargada de colocar tuberías del proyecto regional de agua, que lanzar volquetadas de tierra en la parte posterior de su casa, Aire Libre alto, ocasionaría problemas.

Su temor no estaba infundado, debido a que ayer la rotura de una tubería de 200 milímetros de diámetros hizo que un gran chorro arrastre tierra y desemboque con fuerza en la casa de su vecina.

En esa vivienda la tierra hizo destrozos: destruyó una pared, la puerta, un muro y enseres. Además, de generar miedo en la adulta mayor que vive en la casa. El hijo de la mujer afirmó que los de la empresa iban a arreglar los daños.

Plantean solución

Pero Marina Valverde pide que las más de 30 volquetadas de tierra lanzadas sean sacadas o que se construya un muro que impida la destrucción de su casa durante la etapa invernal o con una nueva rotura.

Lo ocurrido la tarde ayer generó la reacción de los moradores. Todos estaban sorprendidos por el daño, pero también con pequeñas diferencias, por cuando los que viven en la parte alta del sector de Aire Libre, cerca de un tanque reservorio de la ciudad de Esmeraldas, le dieron ‘luz verde’ a los de Coandes para que lancen la tierra y así tener sus garajes.

En cambio, las potenciales familias que pueden ser afectadas, califican de irresponsable la decisión técnica de la empresa, porque olvidó el riesgo de deslizamiento y reprochan que algunos vecinos se muestren indiferentes con el dolor ajeno de quienes podrían ser afectados en sus casas o vidas.

Hace aproximadamente un año, la profesora Mariana Valverde le advirtió a los de la empresa Coandes, encargada de colocar tuberías del proyecto regional de agua, que lanzar volquetadas de tierra en la parte posterior de su casa, Aire Libre alto, ocasionaría problemas.

Su temor no estaba infundado, debido a que ayer la rotura de una tubería de 200 milímetros de diámetros hizo que un gran chorro arrastre tierra y desemboque con fuerza en la casa de su vecina.

En esa vivienda la tierra hizo destrozos: destruyó una pared, la puerta, un muro y enseres. Además, de generar miedo en la adulta mayor que vive en la casa. El hijo de la mujer afirmó que los de la empresa iban a arreglar los daños.

Plantean solución

Pero Marina Valverde pide que las más de 30 volquetadas de tierra lanzadas sean sacadas o que se construya un muro que impida la destrucción de su casa durante la etapa invernal o con una nueva rotura.

Lo ocurrido la tarde ayer generó la reacción de los moradores. Todos estaban sorprendidos por el daño, pero también con pequeñas diferencias, por cuando los que viven en la parte alta del sector de Aire Libre, cerca de un tanque reservorio de la ciudad de Esmeraldas, le dieron ‘luz verde’ a los de Coandes para que lancen la tierra y así tener sus garajes.

En cambio, las potenciales familias que pueden ser afectadas, califican de irresponsable la decisión técnica de la empresa, porque olvidó el riesgo de deslizamiento y reprochan que algunos vecinos se muestren indiferentes con el dolor ajeno de quienes podrían ser afectados en sus casas o vidas.