OMAR VALENCIA SILVA
Según el Diario El País, de Cali, en un reportaje del 13 de octubre de este año, la carretera que va a Buenaventura está sembrada de hermosos jardines. Esta iniciativa se debe al empresario Hernando Betancourt Suárez, quien con mucho altruismo se ha dedicado a que esta vía sea de las más bellas y hermosas del mundo. En el último año ha sembrado 14.000 plantas florales, desde el retén forestal hasta el kilómetro 22, por lo cual todos aquellos que pasan y Hernando está trabajando en su emprendimiento, lo saludan con los pitos de sus carros para agradecerle su buen trabajo.
El empresario posee un vivero y los árboles que tiene a su cuidado los dona a escuelas, campesinos y otras organizaciones que necesitan un medio ambiente sano y vivir en paz con la naturaleza. Todo esto que hace Hernando requiere de gastos extras, porque la siembra, mantenimiento, retirar la maleza que llega a los jardines que están al aire libre y fumigar para evitar que a las plantas les caiga bichos que las exterminen. Aunque el artículo mencionado que ocupa una página completa de Diario no dice nada de que los vecinos le ayuden al cuidado de los jardines, nosotros pensamos que deben hacerlo por el gran beneficio que trae esta obra para todos.
El empresario Hernando Betancourt Suárez tiene una vocación por sembrar árboles. La primera vez que lo hizo fue en Panamá hace 8 años, cuando le avisaron que su padre, Héctor Betancourt, había muerto y un amigo le sugirió que sembrara un guayacán en su memoria, él lo hizo y está en el parque Omar Torrijos. Desde entonces en sus viajes de negocios o vacaciones su prioridad es acudir al vivero más cercano y comprar un árbol para dejarlo sembrado. Sembró árboles en Uruguay, Guatemala. y n Argentina sembró uno más en compañía del sobrino del Papa Francisco.
En Estados Unidos cuando estaba en la zona de inmigración del aeropuerto de Los Ángeles, los funcionarios que le habían sacado de su maleta se la volvieron a arreglar con mucha pulcritud cuando se dieron cuenta que acababan de sembrar árboles en compañía de la Directora de los Parques Nacionales del país. Un amigo de Betancourt en broma le dice que dedicarse a sembrar miles de flores a lo largo de una carretera solo se le ocurre al Quijote y a él. Y le contesta al amigo: “es cierto que esté loco, pero un loco muy cuerdo”.
OMAR VALENCIA SILVA
Según el Diario El País, de Cali, en un reportaje del 13 de octubre de este año, la carretera que va a Buenaventura está sembrada de hermosos jardines. Esta iniciativa se debe al empresario Hernando Betancourt Suárez, quien con mucho altruismo se ha dedicado a que esta vía sea de las más bellas y hermosas del mundo. En el último año ha sembrado 14.000 plantas florales, desde el retén forestal hasta el kilómetro 22, por lo cual todos aquellos que pasan y Hernando está trabajando en su emprendimiento, lo saludan con los pitos de sus carros para agradecerle su buen trabajo.
El empresario posee un vivero y los árboles que tiene a su cuidado los dona a escuelas, campesinos y otras organizaciones que necesitan un medio ambiente sano y vivir en paz con la naturaleza. Todo esto que hace Hernando requiere de gastos extras, porque la siembra, mantenimiento, retirar la maleza que llega a los jardines que están al aire libre y fumigar para evitar que a las plantas les caiga bichos que las exterminen. Aunque el artículo mencionado que ocupa una página completa de Diario no dice nada de que los vecinos le ayuden al cuidado de los jardines, nosotros pensamos que deben hacerlo por el gran beneficio que trae esta obra para todos.
El empresario Hernando Betancourt Suárez tiene una vocación por sembrar árboles. La primera vez que lo hizo fue en Panamá hace 8 años, cuando le avisaron que su padre, Héctor Betancourt, había muerto y un amigo le sugirió que sembrara un guayacán en su memoria, él lo hizo y está en el parque Omar Torrijos. Desde entonces en sus viajes de negocios o vacaciones su prioridad es acudir al vivero más cercano y comprar un árbol para dejarlo sembrado. Sembró árboles en Uruguay, Guatemala. y n Argentina sembró uno más en compañía del sobrino del Papa Francisco.
En Estados Unidos cuando estaba en la zona de inmigración del aeropuerto de Los Ángeles, los funcionarios que le habían sacado de su maleta se la volvieron a arreglar con mucha pulcritud cuando se dieron cuenta que acababan de sembrar árboles en compañía de la Directora de los Parques Nacionales del país. Un amigo de Betancourt en broma le dice que dedicarse a sembrar miles de flores a lo largo de una carretera solo se le ocurre al Quijote y a él. Y le contesta al amigo: “es cierto que esté loco, pero un loco muy cuerdo”.
OMAR VALENCIA SILVA
Según el Diario El País, de Cali, en un reportaje del 13 de octubre de este año, la carretera que va a Buenaventura está sembrada de hermosos jardines. Esta iniciativa se debe al empresario Hernando Betancourt Suárez, quien con mucho altruismo se ha dedicado a que esta vía sea de las más bellas y hermosas del mundo. En el último año ha sembrado 14.000 plantas florales, desde el retén forestal hasta el kilómetro 22, por lo cual todos aquellos que pasan y Hernando está trabajando en su emprendimiento, lo saludan con los pitos de sus carros para agradecerle su buen trabajo.
El empresario posee un vivero y los árboles que tiene a su cuidado los dona a escuelas, campesinos y otras organizaciones que necesitan un medio ambiente sano y vivir en paz con la naturaleza. Todo esto que hace Hernando requiere de gastos extras, porque la siembra, mantenimiento, retirar la maleza que llega a los jardines que están al aire libre y fumigar para evitar que a las plantas les caiga bichos que las exterminen. Aunque el artículo mencionado que ocupa una página completa de Diario no dice nada de que los vecinos le ayuden al cuidado de los jardines, nosotros pensamos que deben hacerlo por el gran beneficio que trae esta obra para todos.
El empresario Hernando Betancourt Suárez tiene una vocación por sembrar árboles. La primera vez que lo hizo fue en Panamá hace 8 años, cuando le avisaron que su padre, Héctor Betancourt, había muerto y un amigo le sugirió que sembrara un guayacán en su memoria, él lo hizo y está en el parque Omar Torrijos. Desde entonces en sus viajes de negocios o vacaciones su prioridad es acudir al vivero más cercano y comprar un árbol para dejarlo sembrado. Sembró árboles en Uruguay, Guatemala. y n Argentina sembró uno más en compañía del sobrino del Papa Francisco.
En Estados Unidos cuando estaba en la zona de inmigración del aeropuerto de Los Ángeles, los funcionarios que le habían sacado de su maleta se la volvieron a arreglar con mucha pulcritud cuando se dieron cuenta que acababan de sembrar árboles en compañía de la Directora de los Parques Nacionales del país. Un amigo de Betancourt en broma le dice que dedicarse a sembrar miles de flores a lo largo de una carretera solo se le ocurre al Quijote y a él. Y le contesta al amigo: “es cierto que esté loco, pero un loco muy cuerdo”.
OMAR VALENCIA SILVA
Según el Diario El País, de Cali, en un reportaje del 13 de octubre de este año, la carretera que va a Buenaventura está sembrada de hermosos jardines. Esta iniciativa se debe al empresario Hernando Betancourt Suárez, quien con mucho altruismo se ha dedicado a que esta vía sea de las más bellas y hermosas del mundo. En el último año ha sembrado 14.000 plantas florales, desde el retén forestal hasta el kilómetro 22, por lo cual todos aquellos que pasan y Hernando está trabajando en su emprendimiento, lo saludan con los pitos de sus carros para agradecerle su buen trabajo.
El empresario posee un vivero y los árboles que tiene a su cuidado los dona a escuelas, campesinos y otras organizaciones que necesitan un medio ambiente sano y vivir en paz con la naturaleza. Todo esto que hace Hernando requiere de gastos extras, porque la siembra, mantenimiento, retirar la maleza que llega a los jardines que están al aire libre y fumigar para evitar que a las plantas les caiga bichos que las exterminen. Aunque el artículo mencionado que ocupa una página completa de Diario no dice nada de que los vecinos le ayuden al cuidado de los jardines, nosotros pensamos que deben hacerlo por el gran beneficio que trae esta obra para todos.
El empresario Hernando Betancourt Suárez tiene una vocación por sembrar árboles. La primera vez que lo hizo fue en Panamá hace 8 años, cuando le avisaron que su padre, Héctor Betancourt, había muerto y un amigo le sugirió que sembrara un guayacán en su memoria, él lo hizo y está en el parque Omar Torrijos. Desde entonces en sus viajes de negocios o vacaciones su prioridad es acudir al vivero más cercano y comprar un árbol para dejarlo sembrado. Sembró árboles en Uruguay, Guatemala. y n Argentina sembró uno más en compañía del sobrino del Papa Francisco.
En Estados Unidos cuando estaba en la zona de inmigración del aeropuerto de Los Ángeles, los funcionarios que le habían sacado de su maleta se la volvieron a arreglar con mucha pulcritud cuando se dieron cuenta que acababan de sembrar árboles en compañía de la Directora de los Parques Nacionales del país. Un amigo de Betancourt en broma le dice que dedicarse a sembrar miles de flores a lo largo de una carretera solo se le ocurre al Quijote y a él. Y le contesta al amigo: “es cierto que esté loco, pero un loco muy cuerdo”.