Freno a la especulación

“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano” (Voltaire). No hay que ganar aplausos cuando ciudadanos que comprenden el problema fiscal del país tratan de buscarle solución, lo cual es correcto; pero hay otros que de manera hipócrita haciéndose llamar defensores del pueblo le clavan la puñalada por la espalda. De alguna manera los ecuatorianos no estamos conformes con las medidas del alza de los combustibles, porque oportunistas y aprovechadores tratan de manera mediata de sacar provecho llevando el agua a su molino y creando una psicosis colectiva en las masas.

Las leyes hay que leerlas bien e interpretarlas y no a la ligera hacer consensos que están contra natura, porque cada quien defiende sus intereses y no les importa la suerte que corren quienes no tienen trabajo y sufren junto a su familia. Alberto Dahik expresó que “desde el comienzo de la era petrolera en el país, por falta de sensatez de muchos gobiernos cuidadores de cargos y evitadores de conflictos, de una manera equivocada subsidiaron gas y combustibles derivados de la refinación del petróleo y aclaro esto, porque en materia de otros productos de exportación e importación vivimos atrasados por siglos, creando sobrecargas al consumo que atomizan la economía y disminuyen los ingresos”.

Que son más o menos 100 mil millones de dólares los que se han perdido a efectos del boom petrolero porque se impuso el tema de los subsidios y bien conocemos que datos estadísticos demuestran que nuestros combustibles son los más baratos del mundo, con excepción de Venezuela y Bolivia. Estas medidas que eran necesarias tomarlas acabarán con la fuga de estos derivados hacia los países vecinos y con la tramposa e infame medida de que Petroecuador hacía negocios con compañías que sacaban provecho, naturalmente con arreglos oscuros de los que tenían el mando.

¿Quién ha dicho que los señores del transporte defienden al pueblo? Ese cuento para otros. Ustedes defienden lo suyo y lo único que falta es que los carros se los den gratis al igual que los repuestos para que sigan explotando al pueblo. Todos reclaman y de manera prepotente toman medidas que si existiera justicia en el Ecuador tendrían sanciones ejemplarizadoras. Se han olvidado que las personas que dominan, explotan y lastiman son tan dependientes como las personas sumisas. Ustedes realizan un chantaje emocional que deben corregir, porque eso sale del interior y genera malestar.

“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano” (Voltaire). No hay que ganar aplausos cuando ciudadanos que comprenden el problema fiscal del país tratan de buscarle solución, lo cual es correcto; pero hay otros que de manera hipócrita haciéndose llamar defensores del pueblo le clavan la puñalada por la espalda. De alguna manera los ecuatorianos no estamos conformes con las medidas del alza de los combustibles, porque oportunistas y aprovechadores tratan de manera mediata de sacar provecho llevando el agua a su molino y creando una psicosis colectiva en las masas.

Las leyes hay que leerlas bien e interpretarlas y no a la ligera hacer consensos que están contra natura, porque cada quien defiende sus intereses y no les importa la suerte que corren quienes no tienen trabajo y sufren junto a su familia. Alberto Dahik expresó que “desde el comienzo de la era petrolera en el país, por falta de sensatez de muchos gobiernos cuidadores de cargos y evitadores de conflictos, de una manera equivocada subsidiaron gas y combustibles derivados de la refinación del petróleo y aclaro esto, porque en materia de otros productos de exportación e importación vivimos atrasados por siglos, creando sobrecargas al consumo que atomizan la economía y disminuyen los ingresos”.

Que son más o menos 100 mil millones de dólares los que se han perdido a efectos del boom petrolero porque se impuso el tema de los subsidios y bien conocemos que datos estadísticos demuestran que nuestros combustibles son los más baratos del mundo, con excepción de Venezuela y Bolivia. Estas medidas que eran necesarias tomarlas acabarán con la fuga de estos derivados hacia los países vecinos y con la tramposa e infame medida de que Petroecuador hacía negocios con compañías que sacaban provecho, naturalmente con arreglos oscuros de los que tenían el mando.

¿Quién ha dicho que los señores del transporte defienden al pueblo? Ese cuento para otros. Ustedes defienden lo suyo y lo único que falta es que los carros se los den gratis al igual que los repuestos para que sigan explotando al pueblo. Todos reclaman y de manera prepotente toman medidas que si existiera justicia en el Ecuador tendrían sanciones ejemplarizadoras. Se han olvidado que las personas que dominan, explotan y lastiman son tan dependientes como las personas sumisas. Ustedes realizan un chantaje emocional que deben corregir, porque eso sale del interior y genera malestar.

“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano” (Voltaire). No hay que ganar aplausos cuando ciudadanos que comprenden el problema fiscal del país tratan de buscarle solución, lo cual es correcto; pero hay otros que de manera hipócrita haciéndose llamar defensores del pueblo le clavan la puñalada por la espalda. De alguna manera los ecuatorianos no estamos conformes con las medidas del alza de los combustibles, porque oportunistas y aprovechadores tratan de manera mediata de sacar provecho llevando el agua a su molino y creando una psicosis colectiva en las masas.

Las leyes hay que leerlas bien e interpretarlas y no a la ligera hacer consensos que están contra natura, porque cada quien defiende sus intereses y no les importa la suerte que corren quienes no tienen trabajo y sufren junto a su familia. Alberto Dahik expresó que “desde el comienzo de la era petrolera en el país, por falta de sensatez de muchos gobiernos cuidadores de cargos y evitadores de conflictos, de una manera equivocada subsidiaron gas y combustibles derivados de la refinación del petróleo y aclaro esto, porque en materia de otros productos de exportación e importación vivimos atrasados por siglos, creando sobrecargas al consumo que atomizan la economía y disminuyen los ingresos”.

Que son más o menos 100 mil millones de dólares los que se han perdido a efectos del boom petrolero porque se impuso el tema de los subsidios y bien conocemos que datos estadísticos demuestran que nuestros combustibles son los más baratos del mundo, con excepción de Venezuela y Bolivia. Estas medidas que eran necesarias tomarlas acabarán con la fuga de estos derivados hacia los países vecinos y con la tramposa e infame medida de que Petroecuador hacía negocios con compañías que sacaban provecho, naturalmente con arreglos oscuros de los que tenían el mando.

¿Quién ha dicho que los señores del transporte defienden al pueblo? Ese cuento para otros. Ustedes defienden lo suyo y lo único que falta es que los carros se los den gratis al igual que los repuestos para que sigan explotando al pueblo. Todos reclaman y de manera prepotente toman medidas que si existiera justicia en el Ecuador tendrían sanciones ejemplarizadoras. Se han olvidado que las personas que dominan, explotan y lastiman son tan dependientes como las personas sumisas. Ustedes realizan un chantaje emocional que deben corregir, porque eso sale del interior y genera malestar.

“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano” (Voltaire). No hay que ganar aplausos cuando ciudadanos que comprenden el problema fiscal del país tratan de buscarle solución, lo cual es correcto; pero hay otros que de manera hipócrita haciéndose llamar defensores del pueblo le clavan la puñalada por la espalda. De alguna manera los ecuatorianos no estamos conformes con las medidas del alza de los combustibles, porque oportunistas y aprovechadores tratan de manera mediata de sacar provecho llevando el agua a su molino y creando una psicosis colectiva en las masas.

Las leyes hay que leerlas bien e interpretarlas y no a la ligera hacer consensos que están contra natura, porque cada quien defiende sus intereses y no les importa la suerte que corren quienes no tienen trabajo y sufren junto a su familia. Alberto Dahik expresó que “desde el comienzo de la era petrolera en el país, por falta de sensatez de muchos gobiernos cuidadores de cargos y evitadores de conflictos, de una manera equivocada subsidiaron gas y combustibles derivados de la refinación del petróleo y aclaro esto, porque en materia de otros productos de exportación e importación vivimos atrasados por siglos, creando sobrecargas al consumo que atomizan la economía y disminuyen los ingresos”.

Que son más o menos 100 mil millones de dólares los que se han perdido a efectos del boom petrolero porque se impuso el tema de los subsidios y bien conocemos que datos estadísticos demuestran que nuestros combustibles son los más baratos del mundo, con excepción de Venezuela y Bolivia. Estas medidas que eran necesarias tomarlas acabarán con la fuga de estos derivados hacia los países vecinos y con la tramposa e infame medida de que Petroecuador hacía negocios con compañías que sacaban provecho, naturalmente con arreglos oscuros de los que tenían el mando.

¿Quién ha dicho que los señores del transporte defienden al pueblo? Ese cuento para otros. Ustedes defienden lo suyo y lo único que falta es que los carros se los den gratis al igual que los repuestos para que sigan explotando al pueblo. Todos reclaman y de manera prepotente toman medidas que si existiera justicia en el Ecuador tendrían sanciones ejemplarizadoras. Se han olvidado que las personas que dominan, explotan y lastiman son tan dependientes como las personas sumisas. Ustedes realizan un chantaje emocional que deben corregir, porque eso sale del interior y genera malestar.