Hospital del IESS sigue en crisis, afiliados protestan

NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.
NECESIDAD. Uno de los requerimientos de los afiliados es tener una mejor atención médica en el hospital del IESS, además que hayan todos los especialistas, medicamentos y reactivos.

De las 93 unidades de salud del IESS en el Ecuador, solo una está en Esmeraldas: el Hospital Básico nivel 2, con 47 camas para 120.000 afiliados entre activos, jubilados y del Seguro Campesino en toda la provincia. Esa es apenas una de las limitaciones.

En más de una ocasión, directivos nacionales del Seguro han afirmado que harían un nuevo hospital con 120 casas, lo que, incluso, fue aplaudido por los integrantes de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Esmeraldas ‘Juan Pacheco Perdomo’, los más exigentes del tema.

Pero el presidente del Asociación, Víctor Quiñónez, visiblemente molesto y desilusionado, dijo que todo lo ofrecido es mentira. “Ahora dicen que no hay presupuesto, todo es puro cuento. Ahora anuncian que será en abril de 2020, ya no le creemos”, afirmó.

¿Paro como solución?

En ese punto su enojo no lo centra solo en los directivos, sino en los esmeraldeños, quienes, a su criterio, tenían que haber organizado un fuerte paro de actividades para ser atendidos en temas tan complejos como la falta de medicamentos en el área de farmacia, reactivos en laboratorio e incluso evitar que el afiliado pague 80 dólares para un ecocardiograma fuera del hospital.

Una de las afiliadas dijo que de la decena de exámenes que le mandó el doctor, no le hicieron los de colesterol, triglicéridos, pruebas reumáticas, entre otros, por la falta de reactivos. Al grupo de quejas se suma la hija de otra asegurada, quien afirma que no le hicieron el ecocardiograma porque el equipo está dañado.

Además, critica que en la farmacia no haya medicamentos tan básicos como aspirinas para los hipertensos y que los diagnósticos en exámenes endocrinólogos, de tiroides y para medir los electrolitos. Tampoco en el hospital se puede hacer la actividad eléctrica del corazón por no contar con el holter y los controles del nivel de glucosa porque no hay las ‘tirillas’.

75 muertos

Quien no dudó en edificarse fue María Zambrano, afiliada al IESS desde hace 10 años. Dice que ella para acceder a medicamentos con calcio, le ha tocado comprar.

“La clínica ideal sería una que piense más en los afiliados. Si pagamos el dinero es para que nos den un servicio de calidad y no solo paracetamol o diclofenaco”, refirió la mujer, quien llegó en busca de un odontólogo, pero la derivaron para varios semanas después, según afirmó.

El presidente del Asociación de Jubilados y Pensionistas, Víctor Quiñónez, dijo que esos problemas no solo son para los afiliados activos, sino mayormente para los jubilados que no tienen un área de geriatría y carecen de medicamentos. Aseveró que en los últimos dos años y medio han muerto 75 compañeros, la mayoría por no tener atención oportuna.

A la espera de respuesta

Desde el jueves 5 de diciembre, diario La Hora solicitó a través del Departamento de Comunicación de IESS de Esmeraldas, una entrevista con los directivos médicos y administrativos del hospital para obtener las respuestas que demandan los afiliados.

La repuesta recurrente fue que estamos tramitando el requerimiento. Ayer se volvió a solicitar la entrevista, y se nos comunicó que para la tarde. Luego a las 15:11, se no notificó que el Director Médico tampoco podía asistir a la entrevista, pese a ello estamos a la espera de conocer: ¿Por qué no se tiene todo el cuadro médico de medicamentos? ¿desde cuándo y cómo solucionarán la falta de reactivos? ¿de qué depende contratar más médicos para reducir los tiempos de espera para citas médicas?.

Dos años sin hospital

El 19 abril de 2017 el hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, ubicado en el centro-norte de la ciudad de Esmeraldas, fue cerrado oficialmente por el Ministerio de Salud Pública. Un mes antes, el 27 de marzo, en el sur, inauguraron uno con 231 camas valorado en 87,5millones.

Los 87,5 millones de dólares invertidos en equipamiento y construcción del hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, se revierte en la atención médica gratuita, pese a ello, diversos grupos social han solicitado que se abra nuevamente la casa de salud.

De las 93 unidades de salud del IESS en el Ecuador, solo una está en Esmeraldas: el Hospital Básico nivel 2, con 47 camas para 120.000 afiliados entre activos, jubilados y del Seguro Campesino en toda la provincia. Esa es apenas una de las limitaciones.

En más de una ocasión, directivos nacionales del Seguro han afirmado que harían un nuevo hospital con 120 casas, lo que, incluso, fue aplaudido por los integrantes de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Esmeraldas ‘Juan Pacheco Perdomo’, los más exigentes del tema.

Pero el presidente del Asociación, Víctor Quiñónez, visiblemente molesto y desilusionado, dijo que todo lo ofrecido es mentira. “Ahora dicen que no hay presupuesto, todo es puro cuento. Ahora anuncian que será en abril de 2020, ya no le creemos”, afirmó.

¿Paro como solución?

En ese punto su enojo no lo centra solo en los directivos, sino en los esmeraldeños, quienes, a su criterio, tenían que haber organizado un fuerte paro de actividades para ser atendidos en temas tan complejos como la falta de medicamentos en el área de farmacia, reactivos en laboratorio e incluso evitar que el afiliado pague 80 dólares para un ecocardiograma fuera del hospital.

Una de las afiliadas dijo que de la decena de exámenes que le mandó el doctor, no le hicieron los de colesterol, triglicéridos, pruebas reumáticas, entre otros, por la falta de reactivos. Al grupo de quejas se suma la hija de otra asegurada, quien afirma que no le hicieron el ecocardiograma porque el equipo está dañado.

Además, critica que en la farmacia no haya medicamentos tan básicos como aspirinas para los hipertensos y que los diagnósticos en exámenes endocrinólogos, de tiroides y para medir los electrolitos. Tampoco en el hospital se puede hacer la actividad eléctrica del corazón por no contar con el holter y los controles del nivel de glucosa porque no hay las ‘tirillas’.

75 muertos

Quien no dudó en edificarse fue María Zambrano, afiliada al IESS desde hace 10 años. Dice que ella para acceder a medicamentos con calcio, le ha tocado comprar.

“La clínica ideal sería una que piense más en los afiliados. Si pagamos el dinero es para que nos den un servicio de calidad y no solo paracetamol o diclofenaco”, refirió la mujer, quien llegó en busca de un odontólogo, pero la derivaron para varios semanas después, según afirmó.

El presidente del Asociación de Jubilados y Pensionistas, Víctor Quiñónez, dijo que esos problemas no solo son para los afiliados activos, sino mayormente para los jubilados que no tienen un área de geriatría y carecen de medicamentos. Aseveró que en los últimos dos años y medio han muerto 75 compañeros, la mayoría por no tener atención oportuna.

A la espera de respuesta

Desde el jueves 5 de diciembre, diario La Hora solicitó a través del Departamento de Comunicación de IESS de Esmeraldas, una entrevista con los directivos médicos y administrativos del hospital para obtener las respuestas que demandan los afiliados.

La repuesta recurrente fue que estamos tramitando el requerimiento. Ayer se volvió a solicitar la entrevista, y se nos comunicó que para la tarde. Luego a las 15:11, se no notificó que el Director Médico tampoco podía asistir a la entrevista, pese a ello estamos a la espera de conocer: ¿Por qué no se tiene todo el cuadro médico de medicamentos? ¿desde cuándo y cómo solucionarán la falta de reactivos? ¿de qué depende contratar más médicos para reducir los tiempos de espera para citas médicas?.

Dos años sin hospital

El 19 abril de 2017 el hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, ubicado en el centro-norte de la ciudad de Esmeraldas, fue cerrado oficialmente por el Ministerio de Salud Pública. Un mes antes, el 27 de marzo, en el sur, inauguraron uno con 231 camas valorado en 87,5millones.

Los 87,5 millones de dólares invertidos en equipamiento y construcción del hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, se revierte en la atención médica gratuita, pese a ello, diversos grupos social han solicitado que se abra nuevamente la casa de salud.

De las 93 unidades de salud del IESS en el Ecuador, solo una está en Esmeraldas: el Hospital Básico nivel 2, con 47 camas para 120.000 afiliados entre activos, jubilados y del Seguro Campesino en toda la provincia. Esa es apenas una de las limitaciones.

En más de una ocasión, directivos nacionales del Seguro han afirmado que harían un nuevo hospital con 120 casas, lo que, incluso, fue aplaudido por los integrantes de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Esmeraldas ‘Juan Pacheco Perdomo’, los más exigentes del tema.

Pero el presidente del Asociación, Víctor Quiñónez, visiblemente molesto y desilusionado, dijo que todo lo ofrecido es mentira. “Ahora dicen que no hay presupuesto, todo es puro cuento. Ahora anuncian que será en abril de 2020, ya no le creemos”, afirmó.

¿Paro como solución?

En ese punto su enojo no lo centra solo en los directivos, sino en los esmeraldeños, quienes, a su criterio, tenían que haber organizado un fuerte paro de actividades para ser atendidos en temas tan complejos como la falta de medicamentos en el área de farmacia, reactivos en laboratorio e incluso evitar que el afiliado pague 80 dólares para un ecocardiograma fuera del hospital.

Una de las afiliadas dijo que de la decena de exámenes que le mandó el doctor, no le hicieron los de colesterol, triglicéridos, pruebas reumáticas, entre otros, por la falta de reactivos. Al grupo de quejas se suma la hija de otra asegurada, quien afirma que no le hicieron el ecocardiograma porque el equipo está dañado.

Además, critica que en la farmacia no haya medicamentos tan básicos como aspirinas para los hipertensos y que los diagnósticos en exámenes endocrinólogos, de tiroides y para medir los electrolitos. Tampoco en el hospital se puede hacer la actividad eléctrica del corazón por no contar con el holter y los controles del nivel de glucosa porque no hay las ‘tirillas’.

75 muertos

Quien no dudó en edificarse fue María Zambrano, afiliada al IESS desde hace 10 años. Dice que ella para acceder a medicamentos con calcio, le ha tocado comprar.

“La clínica ideal sería una que piense más en los afiliados. Si pagamos el dinero es para que nos den un servicio de calidad y no solo paracetamol o diclofenaco”, refirió la mujer, quien llegó en busca de un odontólogo, pero la derivaron para varios semanas después, según afirmó.

El presidente del Asociación de Jubilados y Pensionistas, Víctor Quiñónez, dijo que esos problemas no solo son para los afiliados activos, sino mayormente para los jubilados que no tienen un área de geriatría y carecen de medicamentos. Aseveró que en los últimos dos años y medio han muerto 75 compañeros, la mayoría por no tener atención oportuna.

A la espera de respuesta

Desde el jueves 5 de diciembre, diario La Hora solicitó a través del Departamento de Comunicación de IESS de Esmeraldas, una entrevista con los directivos médicos y administrativos del hospital para obtener las respuestas que demandan los afiliados.

La repuesta recurrente fue que estamos tramitando el requerimiento. Ayer se volvió a solicitar la entrevista, y se nos comunicó que para la tarde. Luego a las 15:11, se no notificó que el Director Médico tampoco podía asistir a la entrevista, pese a ello estamos a la espera de conocer: ¿Por qué no se tiene todo el cuadro médico de medicamentos? ¿desde cuándo y cómo solucionarán la falta de reactivos? ¿de qué depende contratar más médicos para reducir los tiempos de espera para citas médicas?.

Dos años sin hospital

El 19 abril de 2017 el hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, ubicado en el centro-norte de la ciudad de Esmeraldas, fue cerrado oficialmente por el Ministerio de Salud Pública. Un mes antes, el 27 de marzo, en el sur, inauguraron uno con 231 camas valorado en 87,5millones.

Los 87,5 millones de dólares invertidos en equipamiento y construcción del hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, se revierte en la atención médica gratuita, pese a ello, diversos grupos social han solicitado que se abra nuevamente la casa de salud.

De las 93 unidades de salud del IESS en el Ecuador, solo una está en Esmeraldas: el Hospital Básico nivel 2, con 47 camas para 120.000 afiliados entre activos, jubilados y del Seguro Campesino en toda la provincia. Esa es apenas una de las limitaciones.

En más de una ocasión, directivos nacionales del Seguro han afirmado que harían un nuevo hospital con 120 casas, lo que, incluso, fue aplaudido por los integrantes de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Esmeraldas ‘Juan Pacheco Perdomo’, los más exigentes del tema.

Pero el presidente del Asociación, Víctor Quiñónez, visiblemente molesto y desilusionado, dijo que todo lo ofrecido es mentira. “Ahora dicen que no hay presupuesto, todo es puro cuento. Ahora anuncian que será en abril de 2020, ya no le creemos”, afirmó.

¿Paro como solución?

En ese punto su enojo no lo centra solo en los directivos, sino en los esmeraldeños, quienes, a su criterio, tenían que haber organizado un fuerte paro de actividades para ser atendidos en temas tan complejos como la falta de medicamentos en el área de farmacia, reactivos en laboratorio e incluso evitar que el afiliado pague 80 dólares para un ecocardiograma fuera del hospital.

Una de las afiliadas dijo que de la decena de exámenes que le mandó el doctor, no le hicieron los de colesterol, triglicéridos, pruebas reumáticas, entre otros, por la falta de reactivos. Al grupo de quejas se suma la hija de otra asegurada, quien afirma que no le hicieron el ecocardiograma porque el equipo está dañado.

Además, critica que en la farmacia no haya medicamentos tan básicos como aspirinas para los hipertensos y que los diagnósticos en exámenes endocrinólogos, de tiroides y para medir los electrolitos. Tampoco en el hospital se puede hacer la actividad eléctrica del corazón por no contar con el holter y los controles del nivel de glucosa porque no hay las ‘tirillas’.

75 muertos

Quien no dudó en edificarse fue María Zambrano, afiliada al IESS desde hace 10 años. Dice que ella para acceder a medicamentos con calcio, le ha tocado comprar.

“La clínica ideal sería una que piense más en los afiliados. Si pagamos el dinero es para que nos den un servicio de calidad y no solo paracetamol o diclofenaco”, refirió la mujer, quien llegó en busca de un odontólogo, pero la derivaron para varios semanas después, según afirmó.

El presidente del Asociación de Jubilados y Pensionistas, Víctor Quiñónez, dijo que esos problemas no solo son para los afiliados activos, sino mayormente para los jubilados que no tienen un área de geriatría y carecen de medicamentos. Aseveró que en los últimos dos años y medio han muerto 75 compañeros, la mayoría por no tener atención oportuna.

A la espera de respuesta

Desde el jueves 5 de diciembre, diario La Hora solicitó a través del Departamento de Comunicación de IESS de Esmeraldas, una entrevista con los directivos médicos y administrativos del hospital para obtener las respuestas que demandan los afiliados.

La repuesta recurrente fue que estamos tramitando el requerimiento. Ayer se volvió a solicitar la entrevista, y se nos comunicó que para la tarde. Luego a las 15:11, se no notificó que el Director Médico tampoco podía asistir a la entrevista, pese a ello estamos a la espera de conocer: ¿Por qué no se tiene todo el cuadro médico de medicamentos? ¿desde cuándo y cómo solucionarán la falta de reactivos? ¿de qué depende contratar más médicos para reducir los tiempos de espera para citas médicas?.

Dos años sin hospital

El 19 abril de 2017 el hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, ubicado en el centro-norte de la ciudad de Esmeraldas, fue cerrado oficialmente por el Ministerio de Salud Pública. Un mes antes, el 27 de marzo, en el sur, inauguraron uno con 231 camas valorado en 87,5millones.

Los 87,5 millones de dólares invertidos en equipamiento y construcción del hospital público ‘Delfina Torres de Concha’, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, se revierte en la atención médica gratuita, pese a ello, diversos grupos social han solicitado que se abra nuevamente la casa de salud.