El 23 de noviembre de 2009, María Valencia Colorado, de 63 años, perdió a su esposo, Wellington Quintero García, pero semanas después se enteraría que también se habría divorciado de él con una firma suplantada, que le prohibiría cobrar la pensión jubilar de su cónyuge y que hasta la actualidad también le afectaría psicológicamente.
La denuncia recae en la Fiscalía General de Esmeraldas, pero año tras año ninguna investigación ha sido emitida y, más aún, hallan a los posibles causantes de este perjuicio que la lleva a denunciarlo a través de los medios de comunicación.
María Valencia Colorado muestra su acta de matrimonio, la cual fue llevada a cabo el 30 de diciembre de 1.981, en la cual constan sus nombres y con la cual solicita justicia para su caso.
Falsificación
En sus manos reposan decenas de documentos con los que junto a su abogado intentan hacer lo posible que el pedido avance. Por ejemplo, muestra también que el perito de criminalística grafotécnico obrante, constata que las firmas tanto de ella como de su esposo son disímiles (diferentes) y que por lo tanto no les pertenecerían.
En una denuncia de 2015 detalla que el abogado Pablo Cortez Estacio, es quien los ha divorciado, sin embargo, la circular no ha sido tomada en cuenta, negando con ello el rubro económico y beneficios que por Ley le pertenecería a la viuda, luego de perder a su esposo.