Ser Bachiller es poca cosa…

Alfonso Espín Mosquera

La Ministra de Educación dice que serán dos evaluaciones, una para efectivamente graduarse de bachiller y la otra para ingresar a la universidad. Cada ministro trae sus ideas, pero desgraciadamente la mayor parte de las veces son inconclusas, porque los secretarios de Estado se convierten en una especie de carne de cañón política de los gobiernos y desaparecen de la noche a la mañana con todos sus ideólogos y asesores.

Los que no mudan son los estudiantes, que continuarán tratando de graduarse y los maestros, a quienes les atestan de “nuevas metodologías innovadoras”, que en muchos casos terminan burocratizándoles y convirtiéndolos en llenadores de fichas, formularios y un millón de requerimientos que, a la postre, no mejoran para nada las circunstancias de sus educandos.

El problema es muy serio y va más allá de los conocimientos que logren los alumnos. Cuando se han perdido los nortes de una real formación, que signifique no solo enseñar a manejar herramientas para hacer algo, sino a reconocer y respetar la autoridad de sus profesores, no sirven de nada los aprendizajes.

La niñez y juventud son etapas en las que deberíamos incorporar a nuestro ser, las mejores posibilidades de convivencia que nos permitan coexistir con respeto y con éxito en nuestro desempeño diario.

Muchos centros educativos se han convertido en un negocio que “facilita la vida”, pues ofertan escolaridad, tareas dirigidas, almuerzo, actividades extracurriculares, y todo en horarios para padres trabajadores, de manera que los hijos no molesten, no coman, vengan hechos deberes y aun artes marciales u otra actividad extra curricular y pasen a dormir.

Los padres buscan los “mejores maestros” para sus hijos, pero no desearían que sus hijos se conviertan en maestros. Se ha perdido la autoestima del propio educador, esa profesión no tiene la valoración que debería tener, quizás como ninguna otra.

No todos los bachilleres deben ir a la universidad, bien pueden obtener profesiones técnicas, carreras cortas, que son necesarias para lo sociedad y altamente remuneradas.

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