Cambio climático y los efectos locales

AFECTACIÓN. En comunidades de la zona norte de Esmeraldas, ahora, con las lluvias, las inundaciones son más recurrentes.
AFECTACIÓN. En comunidades de la zona norte de Esmeraldas, ahora, con las lluvias, las inundaciones son más recurrentes.

Álex, Xavier, José y Freddy dedicaron años a su formación educativa de tercer y cuarto nivel. Ellos, al escuchar las palabras calentamiento global y cambio climático, coinciden en una frase: problema actual, con efectos negativos a futuro.

No todo el panorama es devastador, vuelven a coincidir. Xavier Burbano Salazar, con PhD en Economía Agroalimentaria y coordinador en Agroindustria de la Universidad Católica, sede en Esmeraldas, le preocupa el potencial éxodo del hombre del campo a la ciudad.

Entre las razones para dejar su terruño, están las inundaciones. En otros casos, el suelo dejaría de estar listo para la siembra usando el tradicional método orgánico. Justo allí, los de la industria tomarán protagonismo, por lo que ese 85% de agricultores menores que conforman la agricultura del Ecuador se verían afectados duramente.

Educación como salida

Pero no todo está perdido. Lograr desde ahora que hombre de campo tecnifique sus productos y se le explique con capacitaciones sostenibles los beneficios de quedarse en su zona y cómo acceder a beneficios públicos que les permitan competir, en parte, con la industria y los efectos negativos del cambio climático, sería parte de las soluciones.

Freddy Quiroz Ponce, catedrático, en su rol de formador primero aclara que es el cambio climático y calentamiento global. El primero alterna las formas naturales que conocemos: invierno y verano en fechas específicas, por esa razón ponen en jaque a los científicos ambientales, ya que los cambios son tan bruscos que las posibilidades de acertar se reducen abruptamente.

Mientras que el calentamiento global, es el efecto de la primera. Justo en ese momento el docente lanza una pregunta ¿qué hacer? enseguida plantea opciones. Dice que se siga apagando los focos innecesarios, cerrando la llave del agua luego de usarla para seguir reduciendo los efectos negativos del calentamiento global, porque se utilizaría menos material fósil para sus funcionamientos.

Educación

Su propuesta de fondo va enfocada a la educación los más pequeños y la reeducación a los más grandes. “No solo es tema de educación ambiental, sino hacer énfasis en el cambio climático, donde se les explique a los alumnos, con la práctica, las consecuencias de arrojar la basura en sitios no adecuados. Lo mismo con otros temas contaminantes”, puntualiza.

Y agrega Quiroz Ponce que el reenfoque y creación de políticas públicas enfocadas con la problemática, harían más sostenible lo planteado. Su colega en docencia, pero en la universidad Técnica de Esmeraldas ‘Luis Vargas Torres’, Álex Quispe, con masterado en Gestión Ambiental ve a la política pública como una solución, incluso para frenar los efectos del cambio climático y calentamiento global.

Para que eso funcione bien -detalla- deben estar conectados los ministros de Salud, Educación y Turismo. En un eje cercano la Academia, autoridades locales y la empresa privada.

Él no es de los que ‘sataniza’ a los gases de efecto invernadero de forma controlada. Dice que sin ellos, la temperatura mundial sería menor a los 20 grados, lo cual no permitiría tener regiones como Esmeraldas con su verde vegetación.

Excesiva industrialización

Lo que sí lamenta la excesiva industrialización y la devastación de los bosques primarios que son los pulmones de mundo, por eso propone reforestar en zona específicas, con el producto que la naturaleza tenía originalmente.

“Una de las consecuencias más cercenas por el cambio climático es que el mar aumente sus niveles. Eso es un problema no solo por las inundaciones, sino que crece como resultado del deshielo que es parte de la agua dulce del mundo que después nos faltaría”, detalla. Y complementa que el mar se está volviendo más violento con su oleaje.

En ese punto toma protagonista el ingeniero Civil, José Espinoza Martínez, nacido en Muisne, donde el aumento de las aguas afectan algunas zonas donde solo estaba arena. La mirada del profesional está direccionada a las obras de mitigación que se construyen en los frentes costaneros de la provincia de Esmeraldas, donde los embates del mar generan destrozos.

Agarra como punto de referencia el malecón de la parroquia Súa, cantón Atacames, al sur de Esmeraldas. Allá el 22 de diciembre de 2018 un aguaje destruyó en una madrugada 18 bohíos y dejó a igual número de familias en el desempleo.

Muro preventivo

14 meses después se construye un muro preventivo hasta que se haga la ‘Construcción de la estructura para la amortiguación de oleaje’, valorada en 1,97 millones de dólares.

Más al norte, en la parroquia Camarones también se hace un muro de escollera para evitar que el mar destruya la carretera cercana. Para el Ingeniero, en ambos casos como en obras futuras, se debería trabajar más con enrocado y hacer cálculos matemáticos más amplios que permitan hacer rompe-corrientes pensados en olas de mayor altura generadas por el calentamiento global. Además complementar con espigones que ayuden a reducir la erosión de las costas. “El geotubo es válido y económico, pero mucha gente suele destruirlo, por eso no lo recomendaría”, aclara. Dejando unos minutos lo técnico, Espinoza Martínez recomienda a las autoridades que exijan a sus contratistas que hagan obras duraderas y pensadas no en los votos, sino en que la gente tenga una vida más segura sin abandonar su lugar de residencia o trabajo. (MGQ)

VOCES

“El calentamiento global afecta a los del sector agrario familiar. El éxodo a la ciudad es inminente”. Xavier Burbano Salazar, PhD en Economía Agroalimentaria.

“Las obras de mitigación ahora deben realizarse pensando en el calentamiento global”. José Espinoza Martínez, Ingeniero Civil.

“Con las acciones correctas no solo se podría frenar el calentamiento global, sino hacerlo retroceder”. Álex Quispe, Máster en Gestión Ambiental.

“El cambio climático nos está afectando desde hace años. Ahora hay que educar a la niñez para enfrentarlo”. Freddy Quiroz Ponce, Catedrático en Agroindustria.