Las playas de la provincia de Esmeraldas lucen limpias. Los espacios públicos están vacíos.
La escena es perfecta: el mar calmado y con un turquesa intenso, las aves se dan tiempo para explorar a pie la desolada playa, el aire transporta la brisa marina y no el bullicio humano. La escena es perfecta para los amantes de la naturaleza.
En las playas del cantón Atacames, al sur de Esmeraldas, deambulan unos pocos bañistas, en contraste a una temporada que van y vienen unas 40 mil personas. Más allá, varios pescadores aprovechan la cuarentena para darle mantenimiento a sus lanchas antes de zarpar a altamar.
Ellos son los únicos que por ahora disfrutan de ese espacio natural, donde la basura se convirtió en parte del pasado. La tranquilidad y limpieza también se evidencia en la playa de Las Palmas, en la ciudad de Esmeraldas.
La actividad comercial: restaurantes, discotecas, hoteles y bares, en todos los sitios turísticos se redujo a cero, ya que está vigente el ‘quédate en casa’ disposición que busca evitar el contagio masivo del Covid-19 considerado como una pandemia.
Los afectados
Quienes dependen directamente de la actividad comercial junto al mar, por ahora tienen cero ingresos. ¿Cómo lograrán recuperarse económicamente?, es un tema que por ahora no está entre las prioridades de análisis de las autoridades de Gobierno, ya que en sus anuncios enfatizan que la meta es reducir a cero los contagiados del virus que provoca la muerte.
Paradójicamente el aislamiento social provocado por el coronavirus, está permitiendo que el planeta tenga un respiro, por cuando químicos como el monóxido y dióxido de carbono que se expulsan a diario al ambiente se redujeron considerablemente.
Por la restricción vehicular, cada día solo podrán circular lo carros que terminan en números específicos, eso impide que, el caso del cantón Esmeraldas, los 27.000 vehículos registrados en la Agencia Municipal de Tránsito circulen simultáneamente.
Reportes de empresas que monitorean la calidad del aire del mundo y los efectos de gas invernadero, revela que se redujeron en un 25% las emisiones de dióxido de carbono, por el bajo consumo de petróleo, carbón, gas entre otros. En el caso de Esmeraldas, no hay un reporte del Ministerio del Ambiente de cómo está la calidad de aire de una ciudad con la refinería más grande el Ecuador, un termoeléctrica y un fábrica de contrachapado.
Lo que sí conocimos extraoficialmente es que ha bajado la contaminación ambiental y la basura en las calles, ya que ahora la mayoría de las actividades se hacen desde casa.
Propuestas ciudadanas
A criterio del funcionario público Paolo Quezada, los gobiernos del mundo deberían disponer encierros de una semana “para dar un poco de oxígeno a nuestro planeta”.
Rita Encalada, espera todos ahora aprendan a respetar más a la naturaleza no arrojando basura, y de esa forma se mantener escenas perfectas como el mar sin desechos, el aire sin contaminantes y el ambiente sin excesiva contaminación auditiva.