La soledad de lugares de concurrencia masiva

ESPERANZA. En el patio de comidas se observa flamear una bandera del Ecuador como signo de esperanza para nuestro país.
ESPERANZA. En el patio de comidas se observa flamear una bandera del Ecuador como signo de esperanza para nuestro país.

En el patio de comidas del malecón de Las Palmas, en Esmeraldas, una bandera del Ecuador flamea con fuerza como si estuviera recordándonos que todo saldrá bien, tras enfrentar la vigente crisis económica y sanitaria por el coronavirus.

Todos los locales del lugar están cerrados. En unos pocos destacan pequeños rótulos ofreciendo la entrega a domicilio. Un poco más allá, al interior del malecón junto al mar ya no se escucha la alegría de los niños que solían ir con sus padres a pasear los fines de semanas y disfrutar de sus bicicletas o patines.

Por ahora solo se escucha la brisa del mar, el golpeteo de las olas, el canto de los pájaros y la danza generada por las hojas de palmas de coco, palmera que le da el nombre al turístico balneario regenerado con 54 millones de dólares.

Los parques

Pese a las restricciones de no ir a la playa, se observa a gente bronceándose, conversando con amigos, bañándose en el mar o trotando. La poca basura que se ve no es llevada por el humano, sino la palizada arrastrada por las crecientes.

Los equipos metálicos creados para ejercitarse gratuitamente junto al mar, por ahora lucen vacíos y perdiendo la batalla frente al óxido. Tres guardias vigilan que nadie pase a la playa o malecón.

En el parque infantil ‘Roberto Luis Cervantes’ donde hace un tiempo atrás se podía observar a niños correr y jugar, a padres caminando con sus hijos de la mano, otros esperando a que juguetones bajen de la resbaladera, ahora luce desolado. Lo mismo ocurre en los locales de comida rápida adyacentes.

En las canchas de ecuavoley y básquetbol, en las inmediaciones del parque, el panorama se repite. En el parque Central ‘20 de Marzo’, los jubilados ya no están en su tertulia, por cuanto son los más vulnerables de contagio del coronavirus.

En el interior del parque ‘Luis Tello’, en el sector de Las Palmas, tres amigos platicaban gustosos, mientras una pareja de esposo trotaba a su alrededor portando sus mascarillas. En el lugar un adulto mayor, quien dijo que salió unos minutos de casa porque estaba aburrido del encierro generado por la emergencia sanitaria mundial.

SOLEDAD. En el interior del parque infantil en donde antes se podía observar a niños jugar, ahora luce vacío.
SOLEDAD. En el interior del parque infantil en donde antes se podía observar a niños jugar, ahora luce vacío.