Cicaterías y sugerencias

Esta es la hora de la paciencia, la generosidad y solidaridad. Es bienvenido cualquier gesto o acción concreta en favor de quienes no tienen un mínimo medio de subsistencia, es decir, miles de ciudadanos que viven el día a día con su denodado esfuerzo, sin tener un salario de dependencia, ni gozar de la seguridad social.

Para ellos, el confinamiento obligatorio representa HAMBRE. El Gobierno Nacional debería confeccionar paquetes de comida que alcancen para un mínimo de cinco miembros de una familia y que duren por lo menos 15 días. Debieran ser entregados puerta a puerta en los domicilios de los barrios de mayor pobreza.

Los mensajes de los precandidatos presidenciales, Lasso y Nebot, no aportan sino ideas harto conocidas. El banquero debiera, con su banco, promocionar generosamente el detente del cobro de las deudas personales y empresariales, posponiéndolos por lo menos tres meses, sin el cobro de intereses. Asimismo, en vez de que su Banco de Guayaquil haga el aspaviento de donar 25 respiradores mecánicos a Solca, colabore con una cantidad suficiente de dinero (que le sobra) para hacer unos 50.000 paquetes de comida para la gente guayaca pobre.

Nebot, que recién asoma, en vez de aconsejar al Gobierno y de ofrecer la donación de 5.000 dosis de medicamentos todavía no aprobados para el tratamiento del Covid-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), debiera encabezar junto a su Alcaldesa, una campaña urgente de recolección de suministros alimenticios y entregarlos personalmente a los pobres de Guayaquil.

Asoman otros cicateros. El ‘dirigente futbolero’ esmeraldeño Iván Hurtado, se apresuró a negarse a disminuir los salarios de los futbolistas; los asambleístas se emocionan comunicando que donarán dos días de su ‘sacrificada’ labor, cuando debieran por lo menos hacerlo en la mitad de su remuneración. Un aplauso para Cristina Reyes que lo donó todo.

A los empleados públicos que ganan entre 1.000 y 2.000 dólares, debería disminuírseles un 10% de sus salarios; los que ganan sobre los 2.000, un descuento del 20%. Significaría un alivio para la carga negativa económica que soporta el Gobierno.

[email protected]