100 años del pintor que prefería el anonimato

LEGADO. El mural que está en los exteriores del estadio Folke Anderson de Esmeraldas, lo hizo Efraín Andrade.
LEGADO. El mural que está en los exteriores del estadio Folke Anderson de Esmeraldas, lo hizo Efraín Andrade.

Entre sus trabajos emblemáticos está el mural de los hombres negros del estadio Folke Anderson de Esmeraldas.

A las 17:00 Efraín Andrade Viteri realizaba una acción que con el tiempo se le volvió impostergable y rutinaria: se tomaba en casa y con calma su ‘tinto’ bien cargado. Lo mismo todos los días, él sabía que esa ‘poción negruzca’ y de aroma particular le daría la energía suficiente para soportar la madrugada de inspiración artística.

Amaba las madrugadas, los silencios y la disciplina. Hablaba poco, pero pintaba y armaba bastantes obras de arte. Ya transcurrieron 23 años de su muerte y no se tiene claro cuántos retratos terminó e casa y fuera de ella, en algunos de sus lienzos usó su técnica particular…la plumilla.

Una vez lo hizo con esa técnica a Juan Montalvo Fiallos, el educador, escritor, filósofo y autor de la inmortalizada frase: “no ha sido el machete de Rayo, sino mi pluma quien le ha matado«. Ese entintado fue una obra de arte. Montalvo luce imponente, serio, bien peinado y con unas sobras que le dan ‘luces’ al lienzo. En el busto, unas letras pequeñas: ‘E. Andrade’; la firma del autor.

Patrimonio cultural

Y es que era así, lo recuerdan sus hijas Gloria y Flor María, “sencillo, trabajador y siempre nos inculcaba la responsabilidad”, coinciden las hermanas antes de volver a concordar con alegría que hoy, 15 de mayo, hace 100 años nació en Loja su padre, el que luego de llegar a Esmeraldas se quedó hasta su muerte.

Durante sus 77 años hizo amigos y dejó legados. Entre compañeros de la Escuela de Bellas Artes, donde realizó sus estudios de pintura y arquitectura, estaban César Bravomalo, Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasamín.

Efraín Andrade fue el primero en realizar una exposición de pintura en la Casa de la Cultura “Benjamín Carrión” de Esmeraldas. En 1950 Efraín Andrade Viteri esculpió lo que podría ser su más grande obra. Usando pedazos de madera y caña guadúa, se quedaba por horas sobre el andamio dándole forme a la imagen de 11 hombre negros, fornidos y deportistas que representaban a quienes jugaban fútbol en el estadio Folke Anderson de Esmeraldas.

Y es que justo en ese coloso, ubicado en las calles ‘6 de Diciembre’ y Ricaute, en la ciudad de Esmeraldas, está su obra, la que a criterio de sus hijas, debería ser oficializada con un patrimonio cultural de Esmeraldas por todo lo que simboliza.

RECUERDO. Jorge Ernesto (+), Flor de María, Patricia y Gloria Andrade Vásquez, son los hizo que procreó Efraín Andrade con su esposa Flor de María Vásquez Tello.
RECUERDO. Jorge Ernesto (+), Flor de María, Patricia y Gloria Andrade Vásquez, son los hizo que procreó Efraín Andrade con su esposa Flor de María Vásquez Tello.

Otras facetas

“Realizó diferentes trabajos artísticos; experimentó con el movimiento contemporáneo del cubismo del cual desistió. Diseñó pergaminos, estos eran documentos honoríficos escritos en pergamino y a plumilla, creaba sus propias fotografías artísticas con distintas temáticas, dejando como legado de sus conocimientos a su hijo Jorge (+) para lo cual instaló un estudio en su casa”, detalla Flor María.

Ella estaba emociona porque el 23 de abril llegaría desde Estados Unidos a Esmeraldas, para culminar los detalles de la exposición de las obras de arte de su papá que serían expuestas hoy en el Museo de Esmeraldas.

La exposición sería en honor a los 100 años de su natalicio “pero lo de la pandemia no postergó todo”, comentó algo triste, pero no resignada a que eso se haga pronto, por eso tienen listas las réplicas y originales hechas por su padre.

Efraín Andrade, quien se casó con Flor de María Vásquez Tello, en otras de sus facetas –arquitecto-, construyó escuelas y casas que fueron reconocidas por su funcionalidad, belleza y diseño artístico. En 1960 ejerció el cargo de Director Municipal de Obras Públicas de Esmeraldas, nada de lo hizo lo alejó de su vocación de pintor y de costumbre de tomarse, a las 17:00 su ‘tinto’ bien cargado. (MGQ)

ARTE. La técnica de la plumilla era una de las más disfrutaba el pintor lojanos que hizo su vida artística y familiar en Esmeraldas. Ahí el rostro de Juan Montalvo.
ARTE. La técnica de la plumilla era una de las más disfrutaba el pintor lojanos que hizo su vida artística y familiar en Esmeraldas. Ahí el rostro de Juan Montalvo.