Corrupción y pandemia

La pandemia es un fenómeno que nadie lo tenía previsto, mientras que la corrupción es una forma de vida que se ha ido convirtiendo en algo natural y que nos golpea aún más fuerte que la primera. Para el coronavirus, probablemente, habrá una vacuna, sin embargo, contra la impunidad jugamos con cancha inclinada, porque la red es tan grande, además densa y está instalada hace siglos en todo el mundo. En Ecuador, la delincuencia ha demostrado una capacidad inusitada de reinvención y hasta jugar con la vida de millones de personas. La pandemia y la corrupción son sinónimos de descomposición y muerte, al final y al cabo.

El coronavirus nos advierte de una tasa muy baja de mortalidad, pero la corrupción se lleva a naciones enteras por la irresponsabilidad de unos cuantos delincuentes. Ahora mismo estamos viendo como se saquean los pocos recursos con los que contamos para sostener a la sociedad. Pese a que la corrupción no es sinónimo de política, sin embargo, es donde mayor se evidencia. No puede ser posible que el entusiasmo por hacer política de unos cuantos sea el afán de embolsicarse con dinero mal habido. Vivimos en tiempos de política en extinción.

¿Cuánto hubiésemos ganado en contra del coronavirus si la banda de corruptos no se hubiera llevado el país en costales? Nada más para recordar: la Comisión Nacional Anticorrupción había estimado en el 2017 un perjuicio al Estado por 35 mil millones de dólares durante los diez años anteriores. Y si a esta cifra sumamos lo que ha seguido ocurriendo, el desangre es aún mayor. Para la banda delincuencial, la vida de los ecuatorianos no vale nada. Esta situación es demasiado crítica como para dejarla en el plano de la anécdota.

Decenas de miles de ecuatorianos se levantan desde muy temprano para ganarse la vida de manera honrada y sacrificada, pero a la vuelta de la esquina están los otros, aquellos que con una llamada pactan los sobreprecios, los tráficos de influencias, los negociados. Hay que fumigar el Estado y adecentar la sociedad, caso contrario, el país entrará en descomposición y la gente pudiera comenzar a hacer justicia por su propia cuenta.