En las haciendas abacaleras los obreros carecen de equipos de protección y deben llevar su comida.
Llegar al lugar de trabajo es una suerte de astucia. Obreros de las haciendas abacaleras de la empresa Furukawa en Quinindé beben esperar camionetas particulares que los movilicen o buscar otra forma de transporte. Para resistir el horario de trabajo de 07:00 a 17:00, llevan la comida desde casa.
El día más productivo representa unos 20 dólares, ya que aseguran les pagan 55 centavos por cada paca a abacá que armen; en una jornada no superan las 35 rumas que transportan en mulas que guían entre la abacalera hasta el lugar de procesamiento.
Con la llegada de la emergencia sanitaria aumentó el riesgo laboral, por cuando en el día a día no usan los equipos de protección personal ni los de bioseguridad que reduzcan la posibilidad de contagios del Covid.
Los del Comité de Solidaridad ‘Furukawa Nunca Más’, reportaron por escrito a la Defensoría del Pueblo que la empresa Furukawa, estarían prestando hasta 150 dólares a sus trabajadores para que se hagan las pruebas del coronavirus.
Promesas de ayuda
Ayer, al visitar a los 24 trabajadores que extraen el abacá de las 50 hectáreas de una de las haciendas activas, los obreros no confirmaron aquello a la Defensoría, pero sí que hasta el momento no han sido diagnosticados con pruebas rápidas. En respuesta, el director de Salud de Quinindé se comprometió para la siguiente semana hacer en territorio ese procedimiento.
“Por ahora estamos con las pruebas rápidas en la zona urbana, la siguiente semana iremos a lo rural”, precisa el director, Felipe Echeverría Lituma. Mientras que, Pablo Calderoni, de Inclusión Social, aseguro a los 24 trabajadores que revisará sus nombres en la base de datos del Registro Social para certificar si reciben el Bono por la emergencia, de no ser así, hará lo que necesario para ayudarles.
El defensor del Pueblo en Esmeraldas, Álex Estupiñán Gómez quien lideró la comitiva que recorrió, junto con la Policía, Salud e Inclusión, una las haciendas operativas, reveló que en su informe Defensorial que pasará al Defensor Nacional, reportará que hay trabajadores que no han sido afiliados al IESS desde que iniciaron funciones.
Además que el ambiente laboral no va acorde a los derechos humanos y que más bien se acerca a la precariedad, por no tener todos los equipos de protección personal, de bioseguridad, ni el acceso a la alimentación y transporte por estar en zona de difícil acceso.
La Defensoría del Pueblo impulsa visitas a las haciendas de Furukawa de Santo Domingo y Quevedo.“No se busca cerrar las haciendas porque son generadoras de trabajo, pero sí que respeten los derechos básicos de los trabajados y sobre todos los humanos”, aclaró el funcionario. En la comitiva de ayer no estuvo el Ministerio de Trabajo, según se informó desde la Defensoría, la entidad ya habría hecho una inspección previa. (MGQ)
Inspecciones del
Ministerio de Trabajo
En el portal web del Ministerio de Trabajo se reportan que han inspeccionado haciendas abacaleras pertenecientes a la empresa Furukawa, desde el 2018.
En la fase de investigación hicieron ocho inspecciones y visitas de verificación, dos censos territoriales en los 25 campamentos y haciendas, además, seis mesas de trabajo interinstitucionales.
Después se sancionó con 177.840 dólares y dos órdenes de clausura por 60 días a la empresa Furukawa, medida levantada a los 90 días una vez que la empresa presentó un plan de trabajo, seguridad y salud que ha sido verificado por el Ministerio de Trabajo.