5 años y la justicia no llega

ALTERNATIVA. Para ayudara al niña o al desempleado padre, Álex Jaramilo, se lo puede llamar al celular: 09 39 61 33 12.
ALTERNATIVA. Para ayudara al niña o al desempleado padre, Álex Jaramilo, se lo puede llamar al celular: 09 39 61 33 12.

La hija de Álex Jaramilo, desempleado, ayer cumplió 5 años de vida, el mismo tiempo que padece de parálisis cerebral. Su deseo de vivir lo demostró desde antes de salir del vientre de su mamá Virginia George.

Durante los dos días de labores de parto, la vida de la mujer fue de dolor e incertidumbre. Todo empezó el 29 de junio del 2015. Ese día acudió a una casa de salud de Quinindé a parir. El médico tratante luego de realizarle el tacto determinó que no tenía la suficiente dilatación. La mandó a la casa.

Al siguien día, el mismo doctor le volvió a confirmar que no era el momento, Virginia decidió quedarse en los pasillos del área de emergencia del hospital hasta que llegó la noche que otra doctora la intervino.

Según lo relatan en su denuncia presentada en la Fiscalía, ese año, la profesional le había roto el saco amniótico, por lo que después empezó a sangrar y fue derivada hasta la ciudad de Esmeraldas para el alumbramiento.

Piden ayuda

Al llegar el alumbramiento, la bebé estaba con asfixia cerebral. Para los padres, quienes desde ese momento no han dejo de luchar para darle felicidad a su hija e implorar justicia en los exteriores de las fiscalía de Esmeraldas y Quito, coinciden que lo realizado fue una negligencia médica.

Ayer, Álex con un cartel en mano donde estaba la imagen de su hija en silla de ruedas y la frase: “pido justicia ante la negligencia médica”, le recordaba al ente de justicia que piden ser culmine el proceso que por ahora está a la espera de que el Juez llame a juicio, para que el Tribunal aboque conocimiento y emita sentencia.

El artículo 152 del Código Orgánico Penal, numeral 5, en relación al inciso tercero del mismo numeral, sanciona a las lesiones con 5 a 7 años,

Para los padres, justicia es que los médicos, de ser necesario vayan presos, pero sobre todo que hagan reparaciones que permitan darle una mejor calidad de vida a la menor de edad, quien por su condición no accede a la educación y depende al 100% de sus padres.

Virginia George, quien sí trabaja ya empieza tener efectos en su salud física, por cuando cargar el pese de su hija para bañarla o darle otra asistencia le provocan dolor en su columna. “Como mi niña no habla, en ocasiones no sabemos si algo le pica o le duele, eso nos afecta como padre, nos duele mucho, por eso tenemos que estar muy pendiente de ella”, narró el hombre mientras mostraba en silencio su letrero que simboliza su pedido de justicia. (MGQ)