Exobreros de Furukawua luchan por sus derechos

HABITACIONES. Familias numerosas vivían en espacios reducidos y sin comodidades.
HABITACIONES. Familias numerosas vivían en espacios reducidos y sin comodidades.

La empresa tiene 32 haciendas distribuidas en las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.

De manera simultánea las delegaciones de la Defensoría del Pueblo en las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, entregarán este jueves un informe que detalla la vulneración de los derechos de un grupo de extrabajadores de la compañía Furukawua.

300 Personas aproximadamente trabajaron en los campamentos de Furukawua de Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas y Esmeraldas.El documento será entregado hoy a las 12:00 en la Gobernación de Esmeraldas. Sobre este particular están al tanto las personas que trabajaron desde la niñez en los campamentos de abacá, y que ahora expresan su reclamo, porque dicen haber permanecido por años en una esclavitud laboral, y ahora lo que buscan es que se les reconozca lo que por ley y por derecho les corresponde.

Jornaleros

Ángel Sánchez, trabajó en uno de los campamentos del kilómetro 40 de la vía a Quevedo provincia de Los Ríos. Recuerda que tenía 8 años de edad, cuando junto a madre, padrastro y sus hermanos llegaron como jornaleros a la compañía, hacían de burreros, desfibraban el abacá y otras funciones, toda la familia, que sumaban 10, laboraba pero la remuneración solo era para el jefe de la familia.

Fibra. Los perjudicados dicen no haber recibido seguridad social ni pago justo.
Fibra. Los perjudicados dicen no haber recibido seguridad social ni pago justo.

En su memoria sigue la imagen de que vivían en espacios reducidos y sin comodidad. Dice que la falta de dinero y la distancia entre el lugar donde habitaban y la escuela le impidió estudiar.

El abacá es una planta de la cual se extrae una fibra extremadamente resistente, muchas de las personas que han trabajado en los campamentos han perdido alguna extremidad.“Solo aprendimos a escribir nuestros nombres y conocer algo de números”. Ángel en la actualidad tiene 41 años, y estuvo en la compañía hasta 2019, ahora es parte de los que luchan por una indemnización justa. Mientras se cristalice el pago de su liquidación seguirá en el cantón San Lorenzo, Esmeraldas trabajando en otros menesteres.

35 años de trabajo

Una escena similar es la que recuerda Maira Valdez. Ella nació en la empresa Furukawua y sus padres trabajaron 35 años en el km 30, luego en el 40 de Santo Domingo de los Tsáchilas y terminaron en el kilómetro 51, Los Ríos, donde nacieron sus hermanos. Cinco años después de haber salido de la empresa murió con cáncer su papá Luis Alfredo Valdez.

La familia la integraban 10 y recuerda que todos trabajaban hasta 16 horas por un salario que llegaba a los 150 dólares mensuales y sin seguridad social. (MBC)