200 años de heroísmo, pujanza y esperanza

Lo ocurrido el 5 de agosto de 1820 en el cantón Rioverde es inalterable. Ese día se logró gritar ¡libertad! Libertad al yugo español representado por los de la Real Audiencia de Quito. Los responsables de que hoy, 200 años después, se siga conmemorando con orgullo esa revuelta ocurrida en el cerro más alto del cantón Rioverde fueron: Ramón Yépez, Vicente Calderón, Víctor Manuel Lavayen, Ramón Estupiñán, Manuel Muriel, José Manuel Mosquera y Ramón Tello.

Le invitamos a que conozca un poco más de cada uno ellos y qué ocurrió en la provincia de Esmeraldas durante el Bicentenario, el que ahora, con la llegada el Covid, le dio paso a héroes que, desde la medicina, seguridad y limpieza ayudan a salvar vidas. (MGQ)

100 años de anonimato

El texto de los hechos del 5 de agosto de 1820 estuvo literalmente en el anonimato durante un siglo. En 1920 la prestigiosa educadora orense, Zoila Ugarte de Landívar, directora de la Biblioteca Nacional, hizo el hallazgo.

Aquella mujer no fue parte del grupo de héroes: Víctor Manuel Lavayen, Ramón Estupiñán, Vicente Calderón, Manuel Muriel, José Manuel Mosquera, Ramón Tello y Ramón Yépez, que lucharon en el campo de batalla, pero sí aquella que trajo a la luz lo ocurrido.

Ella encontró un Decreto que en su parte resolutiva dice: “El 5 de agosto del presente año (1921), celebra la Provincia de Esmeraldas, de modo solemne, el Centésimo Primer (101) Aniversario de su Emancipación Política, para cuyo efecto se destina la cantidad de mil sucres (moneda de la época), de la Partida Número 60, de la sección Egresos del Presupuesto del Estado Vigente”.

Manuel Mosquera, bastón y traición

Aquel 4 de agosto de 1820 el grupo de patriotas gritando ¡muera el tirano! ¡abajo los godos! irrumpieron en el poblado de Rioverde, retomaron el cuartel y apresaron al gobernador Andrés de Castro, le pusieron grilletes y le quitaron el bastón de mando para entregárselo a José Manuel Mosquera.

Aquel voto de confianza se convirtió en una de las mayores traiciones dentro de las gestas libertarias de Esmeraldas. Mosquera, de origen guayaquileño, se desempeñaba como empleado de segunda categoría en la Gobernación y fue quien puso mayor empeño en las acciones de la noche del 4 de agosto de 1820.

Él envió un informe a la Real Audiencia de Quito, donde detallaba quienes se habían sublevado, por lo que el Tribunal dispuso la más brutal y despiadada persecución hacia los próceres. Trece días después llegaron hasta tierra esmeraldeña 25 hombres armados a capturar a algunos de los héroes.

El accionar de los ‘R’

La gesta del 5 de agosto de 1820 en Rioverde, norte de Esmeraldas, tuvo entre sus filas a tres Ramón. José Ramón Estupiñán Flores, ostentaba el título de Doctor y fue párroco del cantón Rioverde donde se gestó la Independencia de Esmeraldas del yugo español.

El otro fue el quiteño Ramón Tello, quien, pese a que era nacido en el lugar donde se asentaba la Real Audiencia de Quito, que representaba a los españoles, decidió luchar en pro de la libertad de la Esmeraldas. Tello fue uno de los que estuvo a favor de la entrega del bastón de mando a José Manuel Mosquera, recordado en la historia por su traición al grupo de héroes luego de recibir toda la confianza del grupo.

Ramón Yépez, se suma a la lista de los Ramón. A él se le atribuyen los principales honores y reconocimientos de los hechos de heroísmo.

Lavayen, el pensador

Víctor Manuel Lavayen, con sus 18 años de edad, ya era un próspero comerciante naviero radicado en Rioverde, su negocio consistía en traer sal desde la Península de Santa Elena. Esa actividad le permitió establecer nexos con el almirante Illingworth y otros patriotas de la costa de Manabí y de Izcuandé.

También une lazos de amistad con el alcalde Ramón Yépez, quien tenía ideas emancipadores. Por la visión de negocio y liderazgo de Lavayen fue considerado como el ‘cerebro’ del levantamiento independentista.

Aquel movimiento emancipador rompió las cadenas del yugo español que había sometido al Ecuador por medio del colonialismo. En la ciudad de Esmeraldas hay una calle en honor al trabajo heroico de Víctor Manuel Lavayen.

Manuel Muriel, llegado de Colombia

Ecuador y Colombia han estado unidos por diversas circunstancias: línea de frontera, sus costumbres, tradiciones e incluso por los mismos ideales de libertad. Uno de los colombianos que luchó para lograr la libertad de Esmeraldas aquel 5 de agosto de 1820 fue Juan Manuel Muriel.
Él era un soldado que se unió a la asonada del grupo de los siete: Víctor Manuel Lavayen, Ramón Estupiñán, Vicente Calderón, José Manuel Mosquera, Ramón Tello, Ramón Yépez y Manuel (nacido en Colombia), el que, además, contó con el apoyo de otros hombres que no figuran en los libros que cuentan la historia de la época.

Un jesuita entre los luchadores

Vicente Calderón, uno de los siete patriotas visibles en la lucha libertaria del 5 de agosto de 1820 en el cantón Rioverde norte de Esmeraldas, era sacerdote jesuita y médico.

También estuvo complotado en los hechos de la muerte del conde Ruiz de Castilla a manos de un populacho que había organizado doña Rosa Zárate, en 1812, es decir ocho años antes de la revuelta.

Luego de 200 años de la gesta independista, el Vicente Calderón y sus seis compañeros: Víctor Manuel Lavayen, Ramón Estupiñán, José Manuel Mosquera, Ramón Tello, Ramón Yépez y Manuel Muriel, siguen en los recuerdos positivos de la historia esmeraldeña.

Primero ocurrió en Esmeraldas

Una de las luchas de grupos conocedores de la historia, es que se reconozca a Esmeraldas como el lugar donde empezó la rebelión contra el yugo español, además, que el 5 de agosto sea considerado como fecha cívica nacional.

Los hechos históricos más importante del Ecuador ocurrieron cronológicamente así: Independencia de Esmeraldas del 5 de Agosto de 1820; 9 de octubre de 1820, Independencia de Guayaquil, y 24 de mayo de 1822, Batalla del Pichincha.

Trece días después de la revuelta del 5 de agosto en Rioverde, llegaron desde Quito 25 soldados ordenados por el presidente de la Audiencia de Quito, Melchor Aymerich, para que apresaran a los revoltosos.