Ahorrar en medio de la crisis es posible

Saber diferencias los gatos fijos y los variables es esencial para iniciar un fondo.

La pandemia del Covid-19 afectó la economía del mundo. Hasta junio, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) registró 240.108 desafiliaciones. Lo que creó la necesidad de encontrar ingresos desde la informalidad. En otros casos, hubo abruptas reducciones de salarios y nuevos contratos como ‘salvavidas’ para algunos empleados.

Esta situación, señala Jaime Carrera, experto económico, ha provocado que varias personas crean que ahorrar en tiempo de crisis es imposible. Sin embargo, dice que esa idea es errónea ya que ahorrar en este momento no solo que es factible, sino necesario. “Es la única manera de cumplir objetivos de mediano y largo plazo”, dice el experto.

Hábito en pocos pasos

Antonio Cornejo, gerente de fondos de inversión de Fiducia, dice que el valor del ahorro se ha visto reflejado en momentos difíciles, como la pandemia. “Los países que más ahorro han tenido más han podido ayudar a sus ciudadanos”.

A nivel individual y familiar también hay ajustes. “Definitivamente hay que hacer consciencia de la importancia del ahorro”, reitera.

Cornejo detalla que hay cuatro consejos principales que pueden ayudar a la gente a ahorrar en cualquier momento. El primero es hacer un registro de ingresos y de gastos. “Esto le va a permitir ser más consciente de los gastos a la persona y poder invertir de forma más inteligente”, agrega el experto.

Una vez que hecho el registro, es importante diferenciar los gastos fijos (arriendo, pago de servicios básicos) de los variables, que pueden ser imprescindibles o, al menos, postergables. Como, por ejemplo, cambiar de celular o actividades de ocio.

Cuando se ha realizado esta diferenciación se debe destinar el rubro del ahorro como el primer gasto fijo del presupuesto. “Sin importar si es un monto pequeño o grande, lo más importante es tener la disciplina de hacerlo”, agrega Felipe Lasso, oficial financiero digital de Fiducia.

El principio, agrega Cornejo, no es ahorrar lo que nos sobra, sino que el primer gasto es destinado a construir un fondo.

El siguiente punto es definir metas que vayan más allá de “consumir hoy”. Por ejemplo, la universidad, ahorrar para imprevistos o comprar una casa. Con esto, se logra fomentar la idea de una inversión placentera. “Ir mirando en el camino como poco a poco voy cumpliendo mi objetivo”, dice Cornejo.

La última recomendación es optar por alternativas de inversión segura. Que haya una tasa de rentabilidad buena para que el dinero se vaya capitalizando. “No vale la pena ahorrar en una alcancía. Hay que encontrar productos en el mercado que permitan obtener una tasa de rentabilidad”.

Desde la infancia

Carrera destaca que, como toda costumbre, el hábito de ahorrar debe empezar en la casa, por lo que el rol de los padres es fundamental para que los niños crezcan conociendo la importancia.

Cornejo recomienda enseñar dos cosas: que los pequeños tengan una alcancía y lleven un registro de cuánto van guardando. Y “atar” ese fondo a un pequeño objetivo para el niño, como comprar un videojuego. “Así el niño verá que, con el ahorro, poco a poco se acerca a dicho objetivo”. (AVV)

Herramientas digitales para crear fondos

Como en la mayoría de prácticas, las herramientas digitales se convierten en un apoyo para quienes buscan ahorrar. Mi Fondo es una aplicación móvil gratuita, cuyo objetivo es que el usuario invierta su dinero ahorrando desde 25 dólares.

Felipe Lasso, oficial financiero digital de Fiducia, indica que la ‘app’ se lanzó hace dos meses. “Nuestro objetivo es democratizar el acceso al mercado de valores”, dice.

Coinch es otra alternativa. En esta no se genera un fondo de inversión, pues está dirigida a dar consejos sobre cuánto se debe ahorrar, a diario, para alcanzar las metas propuestas. Por su parte, Fintonic permite la organización financiera a través del teléfono móvil.

Pasos

Crear el hábito del ahorro

  1. Hacer un registro de ingresos y egresos: esto permite estar conscientes de cuánto se gasta al mes
  2. Diferenciar los gastos fijos (arriendo, pago de servicios básicos) de los variables (ocio, viajes): estos últimos son los que se pueden postergar.
  3. El ahorro debe considerarse como el primer gasto fijo: no ahorrar lo que sobra. No importa la cantidad.
  4. Definir metas a mediano y largo plazo: estudios, bienes, fondo de emergencia.
  5. Optar por alternativas de inversión segura: no guardar el dinero en una alcancía, sino encontrar productos en el mercado que permitan obtener una tasa de rentabilidad.

Al final del día tener una disciplina y un hábito de ahorro permite a la gente cumplir sus metas”. Antonio Cornejo, gerente de fondos de inversión de Fiducia.