Se escapa la vida

La realidad que vivimos hará cambiar por la fuerza nuestra mentalidad, tendremos que concebir que tan importante es concebir la valía de la salud, preservar lo que se tiene, acatar las disposiciones médicas, valorar la familia, cuidar la amistad, compartir más con el que no tiene y saber vivir, perdonando al que no sabe y no conoce el amor. Lógicamente que los seres humanos requerimos solaz momento pero, en la época crucial que vivimos, motivada por la abrumadora pandemia que arrasa la vida, descontrola la tranquilidad y aparece la tensión con la larga espera para la superación de la enfermedad en unos y la esperanza del exterminio del Covid l9 que sigue imparable. Quédate en casa no ha dado el resultado esperado.

El feriado fue ansiado para unas personas que anhelaban la recuperación económica y la alegría para los viajeros para salir del encierro hogareño o del lugar en donde se vive; no importó nada sino arreglar las maletas y emprender el viaje. Acaso pensaron en lo que encuesta la enfermedad, en los riesgos que se corren, en los médicos y enfermeras que esperan la llegada del paciente para atenuarle el mal; acaso se piensa que los facultativos de la salud también requieren el merecido descanso y distracción?

En la actualidad que vivimos no hay que olvidarse tan rápido que la vacuna no existe y que es doloroso y cruel saber que nuestro semejante clama por atención médica, por una cama hospitalaria, por medicamentos y oxígeno para seguir viviendo y con los suyos. La playa siempre está ahí esperando al visitante, los campos los esperan para compartir la pureza del entorno. Ojalá que al regresar a su lugar de partida, no existan novedades y que se hayan cumplido con los señalamientos de respeto y protección. Siempre decimos que la vida es linda, es prestada, hay que saberla compartir y amoldarnos a la realidad que motiva tener cambio para preservar nuestra integridad y persona.

Ya no podemos decir «tal fecha y hora» nos resta decir «algún día», no se puede precisar una planificación, las circunstancias nos orillan al cambio urgente no sólo a los ecuatorianos sino al mundo entero. Hay que vivir y observar para aceptar la realidad que amolda nuestra existencia; vivamos para experimentar y emitir enseñanzas y conclusiones. Al COE le importó atender el clamor de los viajeros y que se recuperen en algo los comerciantes y empresarios turísticos. Al parecer nada pasa.

María Luisa Gómez de la Torre Gómez