No me queda claro…

Los desproporcionados gastos durante el correato, donde triplicaron la burocracia e invirtieron en áreas y sectores que no debían, para legar al gobierno en funciones un decrecimiento depresivo de nuestra economía, puso el interés político antes que el legal y que el productivo, pues obliga al presente régimen a tomar deuda externa para pagar gasto corriente, prohibido expresamente por la Constitución. Y es obvio que compensarlo con una subida en los impuestos y aranceles, solo producirá disminución en recaudaciones, merma en liquidez, agudización de la recesión y empeoramiento de la competitividad.

Llama mucho la atención, que un economista académico haya tomado tales medidas, solo por compromisos emanados del peligroso Foro de Sao Paulo. Pero más me llama la atención, que, sabiendo que la Corte Constitucional era de bolsillo, las universidades, los colegios de abogados y connotados economistas, no hayan levantado su voz de protesta en ese momento.

Pero eso es historia, no obstante, la proximidad de las elecciones, y sobre todo, que en las encuestas esté liderando el candidato del correísmo, abre muchas interrogantes. No podemos seguir viviendo de empréstitos internacionales para sobrevivir. No está claro el futuro de la propiedad privada, ante las sorprendentes declaraciones de Arauz, que el país cuenta con los recursos de los millonarios que están depositados en el exterior. Pero lo más inquietante, es que una tendencia económica probadamente fracasada, llena de corrupción y con una comprobada delincuencia organizada institucionalizada, esté liderando las preferencias ciudadanas, en un país que requiere de una política económica diferente para salir de la pavorosa crisis.

Entiendo que la opción de un banquero no guste a mucha gente, aunque Lasso ya se comprometió a bajar drásticamente los intereses bancarios y apoyar al agro, punto de partida para que se cree inversión y empleo. Pero que las masas no logren captar que los espejismos y bonos, sin sostenibilidad en el tiempo, que los obnubiló, solo nos llevarán al ocaso como país, es algo que debe preocupar a propios y extraños.

¿Es el pueblo sabio?

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