Talla Única

Así le pusieron el apodo, porque como él nadie. No ha habido nadie que dé la talla como él. Pero en el fútbol, el olvido es rápido. No todos saben quién fue este jugador que de la noche a la mañana tomó las riendas de un equipo y lo hizo campeón de fútbol nacional. Así como tampoco se sabe quién lo sacó del gran juego de la vida.

Hoy se cumplen 27 años de su muerte, de su homicidio, de un robo y muerte sin móvil y sin culpables. Quién tuvo interés de sacarle tarjeta roja a un director técnico que tenía clara la ruta del fútbol nacional, de quien nadie podía decir que fue deshonesto. Que tenía mal genio, sí; que era estricto, sí; pero nunca que amañó partidos ni que fue permisivo con la indisciplina.

Héctor Morales Altamirano perdió el partido de la vida un día como hoy, y aún los asesinos materiales e intelectuales están en el sobretiempo, agazapados entre las barras bravas o en los corredores de algún estadio, a la espera de que el olvido haga su trabajo, como si fuera un entretiempo eterno, que no da para más.

El fútbol ecuatoriano se quedó sin el primer cerebro estratégico, sin el único profesional completo que pasó por la universidad y aplicó la lógica académica para comprender y estructurar un juego que cada vez es más cambiante, pero que no cede frente a un jugador excepcional ni frente a un engranaje compacto que se mueve en conjunto.

Yo lo veía cuando visitaba la casa de mi amigo o cuando él acudía al colegio para conversar con los profesores; siempre en calentador, con un bigote poblado, una cabellera canosa y un corte tipo ‘casco’. La mirada inquisitiva y sancionadora, siempre con la actitud de corregir, pues era entrenador a tiempo completo, porque para el juego de la vida, no se permitía errores..

El olvido no lo cubrirá, porque sus hijos recuperaron su trabajo de formador deportivo con el proyecto ‘TÚ, Talla Única’, con el cual se proponen formar deportistas completos, que sean más seres humanos y menos objetos de explotación.