Genocidio madurista

Parece que hubiese un despertar de la Organización de Naciones Unidas (ONU), porque ha llegado a comprobar algunas verdades sobre la actitud de Maduro y su banda de criminales en hechos de lesa humanidad. Se sabe que los siete años de Maduro en el poder, han sido un reguero de sangre de la colectividad venezolana. Maduro ha maquinado como un psicópata situación comprobada por la ONU, luego de dilatadas investigaciones. Hubo planificación para efectivizar hechos, desde el año 2014 que han sido calificadas como graves violaciones a los derechos humanos. Maduro utilizó al Estado en políticas de violencia, que estuvieron dirigidas por combatientes adeptos al régimen y funcionarios de jerarquía del gobierno, mientras el sátrapa desde el poder negaba la criminal realidad. El control era efectivo a través de una institución especializada en sembrar el terror, persiguiendo y ejecutando a quienes no estaban de acuerdo con sus prácticas deleznables. Las investigaciones permitieron comprobar 2.891 casos de violaciones y crímenes, como también la muerte de 5.094 personas, derivadas de la violencia generada por la fuerza de seguridad como brazo ejecutor de las consignas.

Venezuela es un país que quedó atrapado en las garras del totalitarismo psicópata de Maduro, que no se lamentó nunca de sus crímenes, pero sí de manera sarcástica expresaba que Venezuela era un país de progreso, cuando él mismo sabe, que la pobreza y el hambre imperante son el producto de la infamia del dictador, que obligó a huir de su patria a millones, para refugiarse en otros países. Considero que la ONU y la OEA tienen una deuda con Venezuela, instituciones que deben salir del letargo en el que están, para sacar del poder a Maduro. No deben los venezolanos seguir siendo intimidados por la fuerza bruta y las acciones criminales de un perturbado que esta embelesado en mantener una ideología, si podemos llamarla como tal, que es perversa e inmoral conocida como Socialismo siglo XXI, que lleva intrínseco el germen de la dominación. Nos preguntamos; ¿en dónde están las naciones del mundo y la fraternidad universal, que sólo miran de reojo éste holocausto venezolano y no intervienen en favor de la libertad de los pueblos?.

Carlos Concha Jijón