Candidatos moralmente dignos

Ya están inscritos 15 binomios para pretender gobernar desde 2021 hasta el 2025, y entre ellos está el binomio correísta, otros medio correístas, excorreístas, derechistas, indigenistas, izquierdistas, octubristas, socialistas, empresaristos, etc., respaldados por partidos políticos nacionales, por partiditos locales, escenario que me lleva a presentar este urgente editorial.

Los revolucionarios ciudadanos hicieron la Constitución Montecristi a su gusto y saber, los mismos ideólogos siglo XXI diseñaron la ley electoral, y aún más, los seguidores del Jefe de las sabatinas crearon un instructivo que exigieron e impusieron a sus contrincantes; pero ahora octubre 2020 los mismos seguidores del prófugo sentenciado expresidente desconocen lo que obligaron a sus contrincantes para ganarles en elecciones, para ello se valen de las protestas denunciando persecución política como que pedir cumplir la ley es odio y sectarismo ideológico.

La ley es solamente para los de poncho, así me decían hace 50 años y las mentes lúcidas, corazones ardientes con manos limpias ofrecieron que eso cambiaría desde el 2006. Usted lector hombre y mujer de varias edades, ¿cree que moralmente es correcto presentarse para inscribirse para Presidente con la cédula de otra persona? Usted no pasa de la portería si no presenta su cédula original.

El repuesto para Vicepresidente -se lo cita como ex ferviente burócrata con Sixto Durán Ballén y ahora opositor izquierdista progresista- no fue nominado en una elección interna, acción que es obligatoria para los partidos políticos, sean propios o alquilados, prestados o invadidos. La gravedad del tema de los aspirantes correístas a gobernar es no respetar las leyes y lo más indignantes es el trío del CNE que les permite semejante atropello en nombre de la libertad de participar en una elección pero a ellos sin ley ni requisitos.

La Constitución nos otorga un derecho no una libertad y como todo derecho este está normado con la Ley de Elecciones y su Reglamento e Instructivos a cargo del Consejo Nacional Electoral que se esconde tras el informe amorfo de su asesoría jurídica, y, aprovechando la Convocatoria a Elecciones nos limita a tramitar recursos jurídicos de impugnación en exclusiva en el embudo que es el Tribunal Contencioso Electoral, y, el plazo que es muy corto corre ya.

Protesto por convicción moral heredada y cultivada con creces, ante éste nuevo engaño correísta y exijo a los expresidentes y exvicepresidentes que impugnen esta candidatura con los artículos de la misma Ley, en respeto a su historia y su obligación moral para con las futuras generaciones de ecuatorianos honestos, que pese a no hacerlo les seguirán pagando sus jubilaciones sin que hagan aporte alguno para corregir estos verdaderos crímines democráticos. Este caso ya es una clara provocación a los quiteños y quiteñas para que salgamos a protestar contra ese Consejo Electoral que se ha convertido en un ente superior a la Constitución y al Estado.