Los impactos generados por el cierre de fronteras

PANORÁMICA. En el muelle de San Lorenzo se observan diversas lanchas ancladas por la falta de pasajeros.
PANORÁMICA. En el muelle de San Lorenzo se observan diversas lanchas ancladas por la falta de pasajeros.

Hasta fin de año se tiene previsto no abrir los pasos hacia Colombia y Perú. Se fomenta la ilegalidad fluvial.

Desde Esmeraldas se puede llegar a Colombia con una mirada. En la parroquia Mataje, cantón San Lorenzo está un río que se convierte en la línea imaginaria de frontera que es el ‘camino’ del hermanamiento.

En la misma comunidad se está por terminar el corredor fronterizo La Espriella-Río Mataje, que une a los puertos de Tumaco-Colombia con el de San Lorenzo-Ecuador. Allí la presencia militar es permanente e impide el paso vehicular en ambos sentidos, porque así está la disposición del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Nacional.

Sin embargo, ir o volver de Colombia no es muy complicado si se llega al muelle de San Lorenzo. Oficialmente ninguna de las lanchas están autorizadas para movilizar personas actualmente, pero al observar la rutina y solicitar el servicio de transporte fluvial, está más de un voluntario que se arriesga al viaje que cruza la zona de manglares y los controles fluviales.

Aumentan los precios

En ninguno de los casos –explica un lugareño- se lleva más de 4 o 5 pasajeros porque la lancha que se usa ahora es más pequeña que la tradicional con capacidad de 15, todos sentados. Antes de que se cerraran las fronteras para evitar el avance del Covid-19, en San Lorenzo trabajaban siete compañías fluviales, ahora, ninguna oficialmente hacia Colombia.

Dentro de territorio ecuatoriano los destinos fluviales desde el muelle de la ciudad son las comunidades de Palmarreal, Cauchal, Pampanal de Bolívar, y Puerto Palma que es parte del suelo colombiano.

Debido a que ahora hay menos clientes y la embarcación usada es más pequeña, el precio del pasaje aumentó, por ejemplo, hasta Palmarreal se cobraba tres y ahora cinco. Lo que no aumentó fue el costo de la gasolina artesanal que se lleva hasta el muelle en tanques azules de 55 galones o en canecas más pequeñas.

Todas cruzan frente al Retén Naval del lugar que hace los frecuentes controles para reducir el contrabando del producto subsidiado y el gas de uso doméstico, productos que se observa con frecuencia en el lugar fronterizo.

TRABAJADOR. Guillermo Caicedo, es uno de los tricicleros del cantón San Lorenzo que también ve afectada su economía porque ahora son menos los pasajeros hasta Colombia.
TRABAJADOR. Guillermo Caicedo, es uno de los tricicleros del cantón San Lorenzo que también ve afectada su economía porque ahora son menos los pasajeros hasta Colombia.

Confirman fecha

Entre las personas que dependen de la actividad comercial en el muelle fronterizo de San Lorenzo está Guillermo Caicedo, él no es canoero, sino triciclero. Su trabajo consiste, en esperar al cliente en tierra, llevarle su carga, maleta, cilindros o gas de uso doméstico.

El mismo oficio lo ha realizado desde hace 32 años y se muestra orgulloso, ya que con lo ganado solventó la educación de sus hijos que ahora son profesionales. Luego de tres décadas de ver a diario la actividad comercial, la cual ahora dice es menor que a inicios de año, nunca ha recibido una propuesta indecente como movilizar algo ilegal en su triciclo, lo cual tampoco aceptará cuando pase de triciclero a lanchero.

San Lorenzo es el cantón donde el tema de la pandemia no ha afectado mayormente la salud de su población.Comenta sin renegar, que tener cerradas las fronteras afecta a todo el cantón, ya que el hermanamiento con los colombianos ayuda a dinamizar la economía fluvial que se evidencia con las compras en tierra de víveres y otros productos.

De acuerdo con lo expresado públicamente por el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos las fronteras de Ecuador que se unen con Perú y Colombia seguirán cerradas al menos hasta fin de año. (MGQ)