‘No todos usan la mascarilla en el bus’

Protección. Las personas adultas son quienes más se protegen en los buses de transportes.
Protección. Las personas adultas son quienes más se protegen en los buses de transportes.

Un dirigente de la transportación urbana, asegura que los jóvenes son quienes se resisten a usar el cubrebocas, a diferencia de las personas adultas.

Carmen O. es una usuaria del transporte público que presenció cómo un ciudadano se enfrentó al cobrador de un bus, porque le exigió que use la mascarilla para abordar la unidad. Asegura que esta escena la observa constantemente en los buses urbanos e intracantonales en Esmeraldas, “es que aunque los choferes intenten hacer cumplir las normas de bioseguridad hay quienes no acatan las disposiciones”, dijo.

Ángel Hernández, utiliza los buses que cubren la zona norte de la provincia de Esmeraldas, dice que en el micro encuentra gente que se protege sin que se lo pidan, pero también hay personas que llevan la mascarilla colocada en el cuello, pero cuando se les llama la atención, la usan correctamente, mas, hay otras que se hacen las desentendidas.

De acuerdo con Jaime Torres, presidente de la compañía Alonso de Illescas, los conductores y cobradores de sus unidades de transportes deben lidiar todos los días con la ciudadanía que se niega a usar el cubrebocas, pero quienes tienen más resistencia son los jóvenes. Agrega que con las personas adultas no hay este inconveniente.

Descuido. No todos los usuarios de las unidades de transportes utilizan la mascarilla correctamente.
Descuido. No todos los usuarios de las unidades de transportes utilizan la mascarilla correctamente.

Las Palmas

El problema radica sobre todo en el estacionamiento del balneario de Las Palmas, cuando los adolescentes y jóvenes terminan de hacer deportes y en grupos de hasta 16 personas, suben a los buses sin que nadie los pueda detener. “Cuando se trata de impedir que suban sin mascarilla, se vuelven agresivos y el chofer con el cobrador no pueden frenar la turba”, manifestó, Jaime Torres.

A su criterio, la clase media adulta, conocedora de los factores de riesgos, se protege contra el Covid-19, mientras que los jóvenes por su condición, creen que están lejos de adquirir la enfermedad. “Una persona en la puerta del bus no puede impedir que suban 15 personas en montoneras, y si se lo logra, inmediatamente están lanzando pedradas y destruyendo los ventanales, que uno cuesta 2,40 dólares; un parabrisas supera los 300 dólares, y son los transportistas los únicos perjudicados, porque nadie responde por los daños ocasionados a las unidades”.

Está consciente que no pueden estar los agentes del orden en todas las paradas para exigir el uso de la mascarilla, pero considera, que al menos deben hacerlo en sitios como Las Palmas.

Para evitar la propagación del Covid, los buses de la Illescas y Las Palmas, en cada vuelta son desinfectados”.

Jaime Torres

Presidente de la compañía Alonso de Illescas.