¿Cuál Derecho?

Los medios de comunicación nos invaden permanentemente de información acerca de víctimas de robos, asaltos, secuestros en diversas modalidades, pero lo más preocupante y triste a la vez, es la enorme ola de asesinatos de personas inocentes al forcejear con delincuentes para evitar el robo de sus pertenencias. No es menos la sensación que da al ver y oír de personas que son asesinadas por aparentes sicarios debido a ajustes de cuentas o por el control de sectores para el expendio de drogas. El último deceso fue de Roberto Oña Núñez abogado de profesión quien intentó detener el robo de su celular en su local de comidas, en el video se observa como otro infeliz delincuente lo apunta y dispara una bala que acabó con su vida. Con un tiro en la cabeza murió el guardia de seguridad Geovanny Castro Murillo tras intentar impedir un delito de robo en la ferretería que custodiaba en la ciudad de Quevedo. En esa misma ciudad otro guardia de seguridad Vinicio Valencia Burgos murió de un disparo en el cuello proporcionado por un extranjero al intentar robarle su arma de dotación. El empresario minero, Darwin Machuca y sus dos hijos fueron asesinados en Machala. La lista es larga, el sufrimiento de sus seres queridos enorme. Creo en una justicia, pero justicia legitima y a favor de las personas que se ganan la vida de forma honrada. Las leyes deben ser usadas por jueces para penalizar estos delitos de forma contundente aplicando la pena máxima sin derecho a fianzas o exoneración de ningún tipo. Es importante que como sociedad nos sentemos a dialogar si la ley que impide el porte de armas a la ciudadanía ha dado los frutos requeridos, puesto que los asesinatos se siguen cometiendo y se multiplican cada vez más. ¿De dónde sacan los delincuentes las armas? Si una desaprensivo saca un revolver, cuchillo lo que sea, a quien debe la sociedad proteger a ultranza es a la víctima que está siendo amenazada. El que porta el arma rompe el derecho del acosado a la vida, entonces el derecho del victimario tenemos que considerarlo muy por debajo y que las autoridades del orden deben proceder a la inmovilización de ese delincuente sin consideración de derecho alguno. Proceder en el marco de la ley con la fuerza estipulada e menor a mayor pero siempre en defensa de la víctima, jamás en favor del asesino.

Luis Coello

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