Un trago amargo fue para la UTE-LVT no ser acreditada; es imperativo aclarar comentarios hechos con ligereza y fuera de contexto. El Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, evalúo a la UTE-LVT en cuatro ejes: siendo el mejor docencia con 35%, condiciones institucionales 30%, investigación 20%, y vinculación con la sociedad 15%. De las debilidades encontradas, sólo dos de los 20 estándares fueron evaluados con incumplimiento. El rector considera injusto que luego de la lectura del borrador, nunca hubo un pronunciamiento sobre las apelaciones presentadas, como las 23 publicaciones de libros que demostrarían investigación en diversas áreas, aunque aún no se cuente con un Comité Editorial.
Una debilidad es tener 343 docentes contratados y sólo 144 titulares. ¿Pero cómo realizar concursos y escalafonar sueldos? Pregunta el rector, sí a pesar de haber solicitado por reiteradas ocasiones incremento a Finanzas, no ha habido respuesta. A más de la imposibilidad económica, existe un déficit de docentes con grado de Ph.D. Sólo 5 instituciones ofertan este nivel, en Quito y Guayaquil con onerosos costos y casi todos sus programas son en ciencias sociales, incluso las maestrías en ciencias exactas tienen poca difusión, provocándose una falta de estos profesionales en facultades como ingeniería.
El estándar más bajo con solo 15% es vinculación con la sociedad, un efecto del desfinanciamiento. En 2013 la UTE-LVT fue intervenida, en 2014 tuvo el presupuesto récord de 26 millones, luego paradójicamente volvió a 18 millones, pese a la creciente población estudiantil, los 6000 estudiantes del 2017, hoy son 12000, sin abrir nuevas carreras, como infundadamente se dijo. El promedio invertido por alumno en las universidades públicas, es de $ 5 924. En la UTE-LVT la inversión por alumno es de sólo $ 1500, una cuarta parte, en esas condiciones ¿se podrá exigir excelencia?
Voces desinformadas han señalado que el 2019, la UTE-LVT suspendió sus actividades un semestre, falso, sólo fueron los dos últimos meses, para ajustar finanzas y calendario académico; eso explica el haber tenido la mayor ejecución presupuestaria ese año, es decir que todo lo presupuestado se agotó, contrariamente a quien confunde ejecución con asignación.
En la exigente intervención del 2013 la UTE-LVT obtuvo D la más baja categoría, hoy con el porcentaje alcanzado se ubicaría en nivel B. Viene un plan de acompañamiento y mejora por dos años que ya se está ejecutando, no sufrirá intervención y sus actividades continuarán desarrollándose normalmente, porque nuestra gloriosa alma-mater es intemporal como el sol y el mar esmeraldeño.
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