No esperaron dádivas y salieron a trabajar

Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices
Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices

Marisol Resabala no logró acceder al colegio. Las circunstancias familiares le impidieron llegar hasta ese nivel educativo. Su máximo logro fue terminar la primaria. Ahora que es madre, no desea que sus tres hijos cuenten la misma historia, por eso les enseña con el ejemplo la importancia del estudio y el trabajo honesto.

Ella durante una semana se dedica a cultivar hortalizas, revisar las gallinas ponedoras y a preparar la torta de plátano y cerdo que cada viernes y sábados oferta en la vereda de las calles Sucre y Juan Montalvo, de la ciudad de Esmeraldas.

Su hija Yelicsa de 17 años le acompaña en la jornada laboral y en la travesía de transportar lo cosechado en los huertos del recinto ‘El Guabal’, parroquia Camarones ubicado a casi dos horas del puesto de venta, donde también se juntan otras nueve vendedoras que conforman Mercado Comunitario ‘Las Hormigas’.

El nombre del emprendimiento tiene una lógica inspiracional para ellas. Se comparan con la tenacidad de la hormiga que siempre lograr transportar todo lo que se propone, aunque en el camino se encuentre

con diversos obstáculos. La meta de las emprendedoras es tener un lugar amplio, no en la intemperie, que les permita vender lo cosechado y cultivado sin la intervención del intermediario.

Hicieron la casa

“Mi madre es un ejemplo a seguir. Ella no es de las que se queda en casa diciendo que no hay trabajo, sino que con lo que tenemos en el campo busca el sustento de la familia”, comenta visiblemente orgullosa la adolescente, quien anhela ser Ingeniera Agrónoma, la misma profesión que su progenitora no logró cumplir.

En cambio, José Luis Nazareno sueña con ser Policía, aunque su padre con el mismo nombre, anhelaba ser abogado. Actualmente ambos están dedicados al comercio informal en los exteriores del mercado municipal de Esmeraldas.

El progenitor revela que logró estudiar hasta tercer curso y que por la pobreza priorizó lo laboral sobre su sueño académico, lo que incluyó migrar cuando tenía 18 años desde su cantón natal San Lorenzo, en la frontera norte. José, padre, se muestra altamente orgulloso de rallar coco y vender legumbres desde antes de las 06:30. Dice que gracias a ese oficio logró tener “un ranchito donde no me mojo, tampoco mis seis hijos ni esposa”, detalla el hombre de 52 años de origen afroecuatoriano.

AMOR. Marisol Resabala y su hija Yelicsa se muestran orgullosas de vender a diario el producto que cosechan en su finca.
AMOR. Marisol Resabala y su hija Yelicsa se muestran orgullosas de vender a diario el producto que cosechan en su finca.

Aferrado a su sueño

Su hijo tampoco no se avergüenza de acompañar a sus padres a la venta de los productos que, en el mejor de los casos le deja una ganancia de 30 dólares por día. “Mi padre es un gran hombre. Me enseñó a trabajar honradamente y a resolver los problemas sin llegar al conflicto,me dijo que hablando se logra todo”, lo describe.

Con la actitud de aquellas personas que se aferran a los milagros, José Luis Nazareno repite que desea ser un miembro de las fuerzas públicas, por eso logró su bachillerato en Técnico en Sistema. “Por favor, en lo que va a publicar podría colocar mi número celular: 09 90 76 70 86 de pronto alguien me ayuda a ser un policía”, solicitó el joven de buena conducta e hijo de un hombre que con su trabajo no depende de los bonos entregados por el Gobierno a grupos vulnerables. (MGQ)

‘Hagamos que nuestros

hijos cumplan sus sueños’

“Yo no pude ser abogado, pero mis hijos sí serán lo que ellos deseen. Uno de ellos estudia en Riobamba, pronto él será Tecnólogo, el otro quiere ser Policía. Yo trabajo todos los días por ellos, me gano el dinero con el sudor de mi frente, por eso es que no estoy de acuerdo con los que dicen que no hay trabajo, eso es una vagancia, siempre se puede hacer algo, yo raspo coco y no me da vergüenza, para mí vergüenza en robar”, comentó José Luis Nazareno, comerciante informal de los exteriores del mercado municipal de Esmeraldas.

Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices
Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices
Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices
Para sus hijos son el ejemplo a seguir. La jornada laboral la realizan en familia y afirman ser felices

‘Con creatividad podemos todo’

“Como mujer le digo a otras que, aunque por alguna razón no tengamos un título universitario y no podamos trabajar en una oficina que nos podría dar algunas facilidades, sí podemos llevar el sustento para nuestros hogares usando la creatividad que tenemos como: tejer, cocinar, cosechar, todo eso nos genera dinero y no tenemos que depender de un jefe, sino que somos nuestros propio jefe”, recomendó la vendedora Marisol Resabala.

INSPIRACIÓN. Un grupo de 10 mujeres de diferentes comunidades cada semana, crearon el Mercado Comunitario ‘Las Hormigas’ ubicado en la vereda de las calles Sucre y Juan Montalvo.
INSPIRACIÓN. Un grupo de 10 mujeres de diferentes comunidades cada semana, crearon el Mercado Comunitario ‘Las Hormigas’ ubicado en la vereda de las calles Sucre y Juan Montalvo.