Un aspirante a presidente no tiene por qué dominar todas las zonas de lo que sería su mandato de manera exhaustiva, pero sí debe de tener ideas claras de los distintos problemas que lo esperan y a los que tiene que a hacer frente. Es indiscreto que tantos se crean muy capaces. Por eso es importante conocer quiénes son parte de su equipo y con quiénes conducirá los grande logros y avances, en caso de llegar a la Presidencia.
Llama la atención que muchos aspirantes a Carondelet, sostengan que van a consultar al pueblo para saber cuáles son sus necesidades y cómo hay que a hacer. Se supone, que las conocen y para dar soluciones aspiran a ese cargo y son idóneos para ejercer ese trabajo.
Algunos candidatos dan testimonio que recién recorren barrios. Por ejemplo, no sabían que hay familias enteras viviendo en carpas, desde el terremoto que asoló a Manabí, a pesar de que algunos son oriundos de esa provincia. Sorprende en muchos de los casos, a los candidatos/as o vicepresidencia/a de los binomios se los vea juntos. Parecen matrimonios mal avenidos, con realidades y propuestas opuestas.
Fue escasa la mención al narcotráfico y sus extensas redes en nuestro país. Su presencia en casi todas las instituciones es factor determinante de la inseguridad que nos aflige. Mueve la economía a nivel mundial, regional, hay que investigar su relación con la economía nacional. Tiene mucho que ver con la corrupción y con la creencia generalizada de que se es más feliz cuando más dinero se tiene, no importa su origen ni cómo se obtenga.
¿Algún aspirante a la presidencia podría decir que oyó de sus pares una propuesta que no conocía, que le parece viable y que en caso de no llegar a Carondelet la implementaría, pidiendo apoyo a quien la impulso?
Habitualmente no se sale de un debate igual que se entra. Si los aspitanrantes a presidente cuestionan, escuchan y sobre todo se cuestionan, muchos de ellos deberían constatar que no están preparados para el cargo, ni lo estarán en el tiempo que queda. No importa la cantidad de dinero que tengan o que su nombre figure en las papeletas. Deberían decir que dan un paso al costado de la lid y así ayudar a buscar más idóneos.
Mujica, fue un presidente admirado, querido; por su franqueza y coherencia. Él reconoce que se equivocó, y se sigue equivocando, muchas veces. Se puede discrepar con él, pero es muy difícil no admirar su sabiduría.
Muchas de sus frases son reconocidas. Comparto una que quizá pueda guiarnos en estos días de toma de decisiones: “Aquel candidato que regala cosas para que lo sigan no es un líder, es un comerciante de la política que te da algo a cambio de tu voto. El pueblo debe ser sabio y darse cuenta de que esos candidatos son los que han destruido la política y hacen creer que porque regalan más tienen el derecho a entrar y saquear las arcas del Estado. Así que recuerden, el pecado no es recibir el regalo, sino el votar por ese comerciante de la política”.
Gabriel Quiñónez Díaz