La sabiduría

En cierta forma el estudio de este término ha sido direccionado en dos sentidos, que podrían ser predominantes, el uno considerado como teórico y el otro práctico; es decir que podemos concebir a la sabiduría, como una virtud superior, que estaría paralela a la clase superior dentro de la ciudad, como una concepción de su estudio en la filosofía antigua. También encontramos otros significados, como el de ser “arte”; siendo entonces una habilidad para practicar operaciones en la cual se señala la diferencia de una, que sería la superior y la otra sabiduría una entre muchas. La sabiduría también ha sido considerada, como la ciencia de los primeros principios identificándosela como la filosofía primera, que también viene a ser la metafísica, que tiene como finalidad el estudio del ser y el estudio de la naturaleza, estructura y principios fundamentales de la realidad.

En el pasar de los años la sabiduría es tratada bajo la lupa de varios filósofos y la determinan como una actitud de moderación y prudencia en todos los casos. Además en su estudio también ha entrado en consideración el ideal antiguo de sabio, que no es sencillamente el hombre que sabe sino aquel hombre que tiene la experiencia y madurez, siendo entonces el sabio reflexivo, que posee todas las reflexiones necesarias para pronunciar juicios reflexivos y maduros, que broten de la pasión como de la precipitación, siendo de esta manera que podemos llamar inequívocamente al sabio, como el hombre que hace uso de la prudencia en su juicio para llegar a la excelencia.

La sabiduría en sí para entenderla mejor podemos decir que es la unión de la razón intuitiva con el conocimiento riguroso de lo superior, que viene a ser de las primeras causas y principios y que en el medio cotidiano podemos definir a la sabiduría, como el conjunto de conocimientos profundos adquiridos a través de la experiencia y el estudio riguroso durante el desarrollo de nuestras vidas, siendo además una facultad del hombre para ir por el camino de la sensatez, prudencia o aciertos respaldado por la inteligencia que nos permite además separar lo bueno de lo malo.

Carlos Cesar Concha Jijón