Sabido es, que las autoridades locales desde antes, se encuentran a la cola de los gobiernos de turno, siendo herramienta en territorio, para que los sinvergüenzas de Carondelet, apliquen sus sátrapas medidas. Y evidente es, que la crisis económica de los países, no tiene origen en la “Pandemia del Coronavirus”; que esta situación producto de la negligencia gubernamental la profundice, es otra cosa.
Recordemos 1. La crisis financiera Europea a inicios del 2000, a partir del cual EE.UU. puso más de un billón de dólares para sostener a sus aliados europeos; 2. La caída de las hipotecas subprime en 2008, 3. La crisis inmobiliaria Española. 4. La crisis protagonizada por EE.UU y China.
Con la justificación de las crisis cíclicas, nos han jodido la vida.
Con el semáforo en rojo, los Gobiernos que no aplicaron las medidas de contención sanitarias ante la “Pandemia”, paran el aparato productivo local y profundizan la crisis; este hecho, genera un riesgo inminente, que no calcularon las corporaciones oligárquicas. Mientras más tiempo la maquinaria siga parada, más difícil sería su “re arranque”, poniendo en peligro su sistema de poder. El cambio a amarillo, se aplicaría no porque se hayan tomado medidas sanitarias para salvaguardar a la población; se trata del apuro oligárquico por recuperar el control sobre la maquinaria, antes que los trabajadores nos demos cuenta de esta situación y les enfrentemos de una vez y por todas.
Las autoridades locales actúan en función de los grupos oligárquicos de poder, su intelecto no se orienta a satisfacer las necesidades de la población y los trabajadores/as. Si la lucha no termina la explotación, deberemos entregar el resto de nuestro pellejo, con el que el oligarca sujetará su maquinaria, y explotará a nuestros hijos.