IESS al abismo

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social -IESS- está al borde del abismo, lo mismo que los jubilados que, si dejan de recibir las pensiones que son su único sustento, inevitablemente, pasarán a la miseria, al hambre, y las enfermedades que se agravarán sin dinero para comprar medicinas. Toda esta carga negativa podría llevar a la tumba a centenas o miles de ancianos; mientras los ladrones de sus recursos viven felices, generalmente, en el extranjero, donde hacen gala de sus fortunas obtenidas sin conciencia. Las muertes que, posiblemente se produjeran, serían un crimen. ¿Pero quienes castigarán esos hechos criminales?

En el año 2015, de un plumazo, el entonces presidente Rafael Correa Delgado, arrebató el 40% al fondo de pensiones. Además, utilizó al IESS como caja chica, y acumuló una deuda de alrededor de ocho mil millones de dólares, según algunos especialistas. La desventurada tesis de Correa para despojar al IESS de sus recursos, fue que la institución era parte del Estado y como era el todopoderoso Presidente, podría hacer lo que le viniera en gana y, para eso tenía fieles sirvientes que, en calidad de directores del IESS obedecían sus órdenes, por grotescas que fuesen.

¿En dónde están los directores, autores y cómplices de los atracos? Marco Proaño Maya sostiene que el IESS es de los afiliados. “Es una entidad donde está la fuerza laboral del país, no es cualquier entidad, no es del Estado, es de los afiliados. El Seguro Social protege a los ciudadanos de los riesgos propios de la condición humana, entre ellos, vejez, muerte, riesgos laborales, enfermedades».

Henry Llanes, dirigente de los jubilados ha decidido defender al IESS con el respaldo de trabajadores activos y pasivos. Esperan que los ladrones del IESS sean procesados y encarcelados.