Literatur@

No. El soporte no hace ni determina al arte. Mucho menos en la literatura. Recordemos que Homero cantaba y hacía mnemotécnica con los versos, lo mismo que los bardos y juglares que deambulaban entre poblados contando hazañas y cantando a los amores idílicos.

El libro es un soporte muy fuerte, pero tiene conexiones con la industria cultural y creativa donde también existe literatura, es decir, arte: YouTube, por ejemplo, en donde el fenómeno de los influencers – booktubers es un caso de estudio para tomar en serio, pues allí está la verdadera crítica literaria en estos momentos, y la verdadera formación de lectores y escritores que se juntan como comunidad por placer.

Altozano y ShaunTrack, en música, son dos influencers con estéticas y temáticas diferenciadas pero con un mismo fin: difundir el arte musical y la forma de creación y engaño en la industria. Del mismo modo tenemos a José Miguel Tomasena, booktuber investigador del fenómeno y novelista.

En Ecuador, tenemos al ganador del mundial de escritura 2020, Rommel Manosalvas, arquitecto y escritor booktuber, que en su canal hace análisis comprensibles sobre creaciones literarias y sus relaciones con la música y las series populares.

Manosalvas participó en la contienda digital, muy parecida a lo que una editorial realizaba hace muy poco entre los estudiantes secundarios, bajo la misma lógica pero en línea, a manera de reality literario, en donde había equipos, pero el ganador es individual.

La literatura se transforma constantemente en temáticas y estructura, influenciada por los medios masivos y la tecnología. No es una moda, es una evolución que de a poco busca su forma en el agua, porque el arte es lo más líquido que hay.

Es necesario regresar a ver a los booktubers, a esas comunidades que los estudios formales no construyen. El canon se rompió para crear uno nuevo, diferente; y los académicos ni se enteran de que hay nuevos bardos porque ellos no son parte de las comunidades lectoras. Las redes no anulan la lectura, la potencian en otras formas.