El voto da seguridad

Debemos tomar en cuenta que en cualquier estado de Gobierno representativo constituye un extraordinario avance con respecto a anteriores sistemas de poder. En esta campaña preelectoral el candidato cualquiera que sea su tienda política, con el fin de alcanzar su objetivo, deberá dar importancia a los sentimientos del pueblo que anhela mejores días.

Entre otros aspectos debería abrir canales de comunicación entre las capas superiores y las inferiores de la sociedad, con el fin de ofrecer la oportunidad de que puedan reconciliarse pacíficamente las diferencias de grupos, así dará la importancia que reclama el pueblo, que sería un paso adelante dentro de la historia; no es necesario diseñar instituciones políticas nuevas con ideas extrañas y distintas estructuras para definir ¿qué papel deben desempeñar los políticos?, con lo que tenemos es suficiente, porque para eso ya no hay tiempo.

Debemos estar claros que no elegimos a representantes de alguna clase social o agrupación ocupacional, étnica, sexual o de estilo de vida, lo que elegiremos son representantes de los habitantes de este muy determinado trozo de tierra o extensión geográfica que se llama Ecuador.

De este modo, las elecciones de este año, con independencia de quién las ganase, desarrollen una poderosa función cultural en beneficio de todo el pueblo ecuatoriano. En la medida en que todo el mundo tiene derecho a votar; así las elecciones fomentan la ilusión de igualdad, porque esta acción proporciona la gran idea de que las elecciones se deben realizar sistemáticamente con regularidad de una máquina y en consecuencia, racionalmente.

Este acto cívico de elecciones implica en el pueblo que ellos conservan el control que, al menos en teoría pueden revocar, así como elegir dirigentes.