Rescate del patrimonio en favor de la gente

Un comentario interesante de algún ciudadano en redes sociales proponía una disyuntiva entre utilizar el recurso público en recuperar el patrimonio de Ibarra versus gastar en favor de la salud y bienestar de la gente en tiempos de pandemia, esto a propósito de la recolección de fondos ciudadanos en favor de la restauración del viejo edificio Teodoro Gómez. Una reacción primaria nos llevaría a pensar que la primera prioridad es el bienestar de la gente; sin embargo, hay muchos argumentos para elegir por los dos destinos en paralelo, uno sin desmedro del otro, si de por medio se encuentra el concepto de invertir en instrumentos que constituyan futuras fuentes de trabajo de la misma gente.

Innumerables ciudades patrimoniales en el mundo, en épocas de bonanza o no, han decidido y con acierto invertir en recuperarlas y valorizarlas, para transformarlas en instrumentos de desarrollo económico y social, con una visión de mediano y largo plazo, sin haber descuidado las atenciones mínimas a las poblaciones menos favorecidas, para las cuales han orientado recursos estatales provenientes de otras fuentes. Al haber invertido en ello, su gente ha logrado insertarse en el desarrollo del turismo y de la industria cultural. Para la ciudad de Ibarra y para otras de carácter patrimonial, restaurar y valorizar sus centros históricos dotándolos de servicios de calidad internacional, debe constituir una apuesta por el trabajo, el empleo y el desarrollo económico; de lo contrario, no se justificaría hacerlo.

La Junta de Rescate Patrimonial de Ibarra en su propuesta de ordenanza ha propuesto que esta norma inicie enunciando diez políticas públicas que constituirían la brújula de todas las acciones en favor del patrimonio. Una de ellas dice: … “4.DINAMIZACIÓN DE LA ECONOMÍA Y EL FOMENTO PRODUCTIVO. Implementación de programas sostenidos de promoción y atracción de inversiones, privadas y públicas, nacionales e internacionales, así como todo tipo de cooperación que ponga en valor el patrimonio cultural del cantón. El hermanamiento de ciudades. El impulso a la industria cultural y a los emprendimientos orientados al mejoramiento de los niveles de calidad de la oferta turística.”…

A partir de esto, en un ejercicio “aspiracional” podremos soñar, por ejemplo, al viejo TGT y otras edificaciones, cumpliendo una función múltiple en el corazón del centro histórico, brindando servicios de calidad y movimiento económico durante los 7 días de la semana, desde primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche, a la luz de una gestión similar a la de un centro comercial. Habrá valido la pena todo el esfuerzo cuando contemos con la visita de turistas comprando productos y servicios de nuestros artesanos, artistas, y microempresarios. Ingresos económicos para la gente, que hoy no los tienen!