Desde el 2015 no encuentran al asesino de su padre

Justicia. Familiares del profesor asesinado piden agilidad en el trámite para conocer el informe.
Justicia. Familiares del profesor asesinado piden agilidad en el trámite para conocer el informe.

Ibarra.

El dormitorio de la casa donde habitaba E.G. resultó incendiado y el cuerpo sin vida con cinco puñaladas fue encontrado en la pequeña cocina.

“Mi padre fue profesor de literatura y graduado de abogado. Vivía solo en su casa, porque nosotros trabajamos en Quito”, aseguró G.G., una de sus dos hijas que se ha puesto al frente del caso hasta encontrar a los responsables y se aplique la justicia.

Crimen e incendio

El asesinato, mediante puñaladas en la espalda, estómago, pierna, ingle y brazo derecho, demuestran que E.G. trató de defenderse de los criminales, quienes luego de cometer la crueldad habrían incendiado el dormitorio con el fin de confundir a los investigadores.

Los vecinos habrían denunciado al ECU – 911 sobre el humo y las llamas que pudieron consumir su casa de una planta, con lo cual la confusión pudo haber sido mayor para descubrir a quienes terminaron con la vida del ciudadano.

Según las indagaciones preliminares, el violento hecho se habría producido a las 18:40 del sábado. Miembros del Cuerpo de Bomberos acudieron hasta el lugar, controlaron el incendio y se retiraron, sin percatarse que a pocos metros, en la cocina, se encontraba un cadáver.

DATO
En diciembre se cumplen dos años del crimen y aún no hay un responsable.

Los bomberos concluyeron que el incendio se habría producido por una vela o un posible corto circuito de unos juegos de luces.

Sus dos hijas que viven en Quito y vienen a Ibarra los fines de semana, esta vez, luego de haberse enterado de la desgracia que estaba ocurriendo en casa de su padre retornaron el domingo.

El momento que entraron al inmueble constataron que todo lo que había en el dormitorio de su padre se había consumido, mientras que en la chapa de la puerta de la pequeña cocina permanecía la llave colgada hacia fuera y con doble seguro.

Utilizando los movimientos apropiados abrieron y observaron el impactante cuadro: “El cadáver estaba boca arriba con su mano derecha sosteniendo un pequeña toalla, justo en una de las heridas provocada a altura del hígado. Una de sus zapatillas quedó entre las piernas y la otra tirada en el piso. Sus pies casi topaban a la puerta. Creemos que los asesinos colocaron el cuerpo sin vida de forma adecuada en el lugar que fue hallado”, expresaron.

“A las otras habitaciones habían entrado varias personas, por eso cuando llegué me dirigí a la cocina, abrí la puerta y me encontré con el doloroso cuadro que no ha sido posible separarlo de mi pensamiento”, comentó la hija.

En diciembre se cumplen dos años del crimen y aún no hay un responsable.

“Durante todo este tiempo hemos vivido atormentadas por los efectos sociales, económicos y psicológicos que nos ha causado la pérdida de nuestro padre. Al dolor y la impotencia que enfrentamos en este tiempo, se suma la lentitud de la justicia. Estamos cansadas de escuchar las palabras “toca esperar”, que siempre repiten en la Fiscalía, mientras han transcurrido casi dos años”, dijo.

“Pedimos a Fiscalía que presente el informe correspondiente, porque hemos esperado mucho tiempo. No puede ser posible que los casos de extranjeros o cuando de por medio hay influencias políticas se proceda con agilidad. Nosotros somos ecuatorianas con dignidad y nos merecemos respeto como todos los compatriotas”, mencionó. (RPCH)