Preparativos para la Navidad

POR: Mariana Minda

El periodo del Adviento da inicio al Año Litúrgico y el primer domingo después de la Fiesta de Cristo Rey principia la preparación para esperar la venida del Niño Dios, es un tiempo de arrepentimiento y reparación, para invitar a Jesús a que nazca en los corazones y transforme la vida. Con ramas verdes se arregla la corona de Adviento, se la ciñe con un listón rojo y en medio se coloca cuatro veladoras, tres moradas signo de dolor, que se van encendiendo cada domingo y el cuarto que precede al nacimiento, se prende una veladora rosada porque ya se han hecho algunas penitencias, que permitan al Niño acercarse a las familias preparadas, para nacer en ellas y traerles la alegría y felicidad de su presencia. Así se cumple la primera celebración, para la venida del Niño, el preámbulo de la Navidad.

A mediados de diciembre las familias adornan el Nacimiento, idea genial de San Francisco de Asís, que permite vivir plenamente y en vivo cada uno de los momentos y conocer a sus personajes. Allí se ve al Ángel Gabriel, el Anunciador a la Virgen María, que será la madre del Hijo de Dios, a San José, el Padre y protector, a los Pastores, los Reyes Magos y los lugares que recorrieron para registrarse en el censo, buscando una posada que les negaron y tuvieron que albergarse en un pesebre, con la mula y el buey que con su aliento calentaron el ambiente, el Coro de Ángeles que arrullaron al recién nacido. La generosidad y atención de los pastores que corrieron para dejarle sus regalos, la venida de los Magos de Oriente que guiados por una estrella viajaron hasta llegar a Belén.

Llega el tiempo de rezar la Novena y todos se congregan para día a día pedir al Niño se acerque a cada familia para darle su ayuda y protección, para celebrar la Navidad con mucho amor y devoción.

Otro gran momento es el Pase del Niño, que permite a las personas hacer la representación de los personajes, que se esmeran por parecerse y sentir las mejores emociones. Esta es la real Navidad, que trae al mundo lo mas hermoso, al Hijo de Dios, la mas grande oportunidad de darle las gracias por la vida que ha regalado, llena de cuanto necesitamos, para ser felices y que nos haga reflexionar en los momentos actuales, en que mucho se ha comercializado y se rinde culto a lo material, olvidando lo espiritual y religioso, que da esperanza para la vida eterna.