Redacción IBARRA.
Un humilde trabajador que cultivaba un terreno en el barrio Caranqui, se llevó tremendo susto cuando al remover la tierra encontró un mortero de guerra, confirmaron agentes de la policía.
La información oficial explica que en los terrenos de un inmueble ubicado en las calles Calixto Miranda y Río Blanco, servidores policiales tomaron contacto con Enrique B. y Gino R., quienes manifestaron que su trabajador Jorge M., comunicó sobre el hallazgo de un artefacto explosivo.
De inmediato, los propietarios, llamaron a las autoridades competentes para que procedan y tomen las medidas de seguridad. La policía especializada llegó hasta el sitio y de inmediato detuvo los trabajos que estaban realizando y aseguró el área.
Desde la Dirección Nacional de Investigación de Muertes Violentas (Dinased), así como de la Unidad de Criminalística acudieron hasta el lugar. También se hizo presente el sargento H.B., quien llegó hasta el lugar acompañado de personal de Exploret Quito.
Según los expertos en manejos de armas, éste proyectil explosivo, es de un gran poder destructivo en un ángulo superior a los cuarenta y cinco grados y a velocidades relativamente bajas.
Ésta arma letal es más grande que una granada de mano. Fue utilizado con mayor frecuencia, en la Primera Guerra Mundial.
Las investigaciones se iniciaron para determinar a qué institución pertenece y los responsables de haberse sustraído para dejarla abandonando cerca de una casa. (RPCH)