La hoguera del populismo

POR: Ramiro Ruiz R.

La Contraloría predeterminó que Carlos Ochoa, superintendente de Información y Comunicación, tiene que desvirtuar dos glosas por $ 115.811, y la sanción administrativa de destitución y multa de $7.320.

Ochoa arrasó contra los medios de comunicación con juicios y multas. Sometió a periodistas de la prensa libre. Lo hizo amparado por una ley absurda que tuvo el propósito de amordazar el pensamiento y la libre expresión. Actuó de personaje con el papel de ejecutor del odio de Correa a los medios.

Sin embargo, no ha podido controlar la investigación sobre la corrupción y el manejo equivocado en las áreas económicas, políticas y sociales del gobierno anterior. Una pregunta está rondando en la mentalidad ecuatoriana. ¿Por qué el presidente Moreno, empeñado en dar vuelta al autoritarismo y al insulto por el diálogo y el respeto, no cambió a un funcionario que estropeó una liberad fundamental?

Otro funcionario importante del régimen anterior y actual, Eduardo Mangas, formó parte del círculo del presidente Lenín Moreno. Salió de la secretaría de la presidencia después de dos semanas que se filtró el audio de una reunión con los gobernadores provinciales.

Informó de la situación del Gobierno y lo que había sucedido desde que Lenín Moreno aceptó la candidatura. Habló de la candidatura de Glas, los resultados electorales fraudulentos, los casos de corrupción, el proceso de diálogo del Gobierno, la seguridad de Rafael Correa y el pago a sus asesores, la ruptura de AP y otros acontecimientos.

¿Quién es Mangas? Nicaragüense con preparación académica. Llegó a Ecuador junto a la actual ministra de Relaciones Exteriores, María Fernanda Espinosa, ahora esposa, en 2009 y se nacionalizó. Se conocieron en Nueva York, cuando los dos trabajaban para la ONU.

Estas personas nos hacen pensar en la democracia del país. Desde los veteranos y sabios griegos, la democracia es el mejor sistema. Y el peor. Con excepción de todos los demás. Elegimos a un presidente aunque normalmente no le permitimos que nos dirija. Pero lo elegimos.

En el caso del Señor Presidente, los funcionarios de gobierno y compañeros de su partido no consienten el cambio que necesita el país. ¿O es verdad lo que dice Mangas?: el diálogo es una manipulación para escuchar a la gente y seguir con las mismas políticas populistas. Si así fuera, perdería confianza, su actual capital de gobierno.

¿Hay alguna manera de reestructurar el poder? La democracia se va empequeñeciéndose y poblando legiones de frustrados que juegan a disparar sobre las urnas. Mantener a funcionarios del anterior gobierno es lanzar gasolina a la hoguera del populismo.