POR: VÍCTOR HUGO PORTOCARRERO
Quizás sean lugares inhóspitos, con escasa infraestructura y con un desarrollo económico y social incipiente. Esta situación ha sido mantenida estratégicamente desde las épocas en las que las guerras y las batallas en campo, fueron definiendo los territorios que constituyeron los estados-naciones y establecieron su perímetro soberano.
En ellos encontramos de lado y lado destacamentos militares y policiales, los primeros protegen la soberanía nacional de posibles incursiones que atenten contra la patria; en tanto, la policía previene y combate la criminalidad.
En lo comercial, el resguardo se encuentra en manos de la aduana, quien controla el ingreso de mercancías, verificando que se hayan realizado las declaraciones respectivas y el pago de impuestos de ley.
Se pensaría que se trata de áreas de seguridad; donde todo debería fluir en virtud del cumplimiento de las normas establecidas en cada lado y las acordadas para cumplimiento mutuo.
Si la perspicacia es suficiente, quizás surjan varias preguntas… ¿Los estados-naciones siguen en proceso de definición, de tal manera que los enfrentamientos armados entre ejército y ejército, son una realidad actual? ¿Si los estados-naciones están plenamente definidos no será momento para que las zonas de frontera dejen estratégicamente de ser lugares inhóspitos y se transformen en zonas de desarrollo?
¿Los estados-naciones y sus instituciones de control y de seguridad empujan hacia la periferia, hacia la zona de frontera, …la criminalidad y la delincuencia; así cómo, el comercio ilegal de productos convirtiéndolas deliberadamente en áreas de concentración criminal y de inseguridad ?
Los acuerdos entre Colombia y Ecuador responden las interrogantes realizadas y quizás las primeras víctimas sean las poblaciones de frontera.