Los dos males del Ecuador

POR: Ramiro Ruiz R.

En Ecuador la democracia ha sido el pilar de la organización política, convirtiéndose en el principio de la gobernabilidad y de desarrollo. Sin embargo, el país no ha podido salir del subdesarrollo, igual que otros países de la región, especialmente por el populismo y la corrupción, los dos males que son una pesadilla.

Dos realidades que impiden el correcto aprovechamiento de los ciclos positivos de la economía. Las consecuencias son claras y destructivas: deflación en la economía, recesión. Este efecto pagan los pobres con el desempleo.

En el ámbito social, se ha retrocedido al menos veinticinco años en educación y salud, convirtiéndose en sujetos burocráticos que detienen la marcha normal. Educación y salud se alejan cada vez de la calidad que merece la sociedad.

Las instituciones que están diseñadas para proteger la democracia se han encargado de debilitarla y hacer perder la confianza de la sociedad. Los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial se han degenerado en diez años de populismo, autoritarismo y corrupción. Se crearon dos poderes absurdos como son el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que se convirtió en agencia de empleos y manipulación de la justicia, y la inoperancia de los ministros. El Consejo Electoral fue otra dependencia del poder Ejecutivo donde se fabricaron votaciones a favor de un partido y de su dueño.

El Gobierno se ha convertido en una tabla de ajedrez. Cada ficha tapa a otra, hasta el próximo escándalo. Una asambleísta cumplió con la misión de declarar la inocencia de Jorge Glas. El nombre del ex vicepresidente se esfumó. Pero con el poder y su influencia política, desde la presidencia de la Asamblea, puede evaporarle. En la comisión de fiscalización, otra asambleísta desvaneció el juicio al ex ministro de Educación. Este juego de ajedrez mortal nos prueba que la lucha contra la corrupción no es un compromiso por el país, es más bien una fantasía.

En diez años Ecuador salió de la democracia y entró a otra, defectuosa y cobijada con la camorra corrupta. El efecto de esta epidemia es la vergüenza política y la desconfianza.

La voracidad de los integrantes del ex gobierno y de algunos que han quedado, siguen defendiendo la destrucción de las instituciones y la dignidad. La madeja de contactos, favores y maletas, llegaron a motivar la apertura de un juicio político contra el Fiscal Calos Baca. Paro el señor Presidente parece que no está en el país o está ocupado. Los ecuatorianos no resisten la injusticia y el juego de tapadas.