Que no queden impunes

Han violado a nuestros niños. El sistema educativo debería ser el refugio para la inocencia, para la ternura, para el alimento de la mente y el corazón. Pero para muchas familias, ese sistema educativo se convirtió en una puñalada brutal.

Ayer se instaló el tercer juicio contra el falso maestro que se refugió en unas cortinas negras para violar sistemáticamente a sus 41 alumnos durante un año. Esos niños tenían entre 9 y 10 años. Una puñalada a la inocencia.

‘Ojalá fuera un caso de vez en cuando’ dicen los expertos de Unicef, pero no. Solo el Ministerio de Educación ha registrado 919. Son, al menos, 919 familias que han cargado este pesado grillete. Pero eso no es lo peor. Lo peor es el silencio. Es que no sabemos cuántos más habrá, porque muchos callan por miedo o por guardar las apariencias.

Sí, es verdad que desde el año anterior se ha hablado mucho del tema. Pero eso está bien. Y no debemos dejar de hablar mientras estas cosas sigan pasando. Que nunca nos acostumbremos, que jamás lleguemos a ver esto como normal.

Hay que seguir hablando de esta tragedia hasta que las autoridades de esos colegios, cómplices con su sordina, reciban al menos una condena moral. ¿Cuántos ministros supieron de estos casos? ¿Desde hace cuánto tiempo?

Prefirieron mirar hacia el horizonte u organizar mítines políticos a su favor. ¡También callaron! Al puro estilo del Vaticano mientras violaban a los niños. Por eso no podemos dejar de hablar, por eso debemos gritar cada vez más fuerte.


Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol…” León Felipe Poeta español (1884-1968)

En la profundidad de la mentira siempre hay algo perverso”. Elena Garro Escritora y dramaturga mexicana (1920-1998)