Sacrificio y responsabilidad

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Correa finalizó su mandato con el discurso de la década ganada, aplaudido por toda la institucionalidad y los allegados de las organizaciones políticas de la coalición del S. XXI.

Bajo la elocuencia del correismo, Lenín Moreno es ungido como presidente de la República del Ecuador y, en este marco, asume el discurso de la década ganada y junto con la Asamblea Nacional aprueban, fraudulentamente para el 2017 – 2021, el Plan Nacional de Desarrollo denominado “Toda una vida”, argumentando un supuesto éxito de la gestión de 10 años de AP y su coalición, al punto en el que se volvieron muletillas recurrentes hasta hoy dentro del discurso institucional.

Al poco tiempo de ocupar el sillón de Carondelet, Moreno reniega de la década ganada, e indica que no le han dejado la mesa servida. Inicia el proceso de aceptación de la crisis y, con ella, la demanda gubernamental de la corresponsabilidad popular. Afirmando además la imposibilidad de recuperar los miles de millones de dólares que se festinaron los atracadores.

Los discursos de la responsabilidad y corresponsabilidad, sin la sanción ejemplar de los corruptos, no es bien asumida por la población en general. Lo irónico es que el discurso conciliador del que hace uso Carondelet, al final propone dejar el pasado atrás y reiniciar un nuevo capítulo con el plan “Toda una vida” aunque este haya sido una propuesta irreal.

El gobierno a través de su vocero insiste en la necesidad del sacrificio. Las medidas llegarán en un nuevo paquete a fin de mes.

Esta, intenta ser respaldada con un nuevo llamado: la defensa de la Patria. Mientras los cabecillas de la década robada y del narcotráfico disfrutan, han permitido que se cree una situación de terror, justo en la zona de mayor pobreza y presencia de afrodescendientes.